jueves, 20 de diciembre de 2012

MITAD por Piero Galasso


Imagen de la risa inaudible
Ausente de diatribas punibles
Zapato recauchutado ante las piedras del camino
Colosal arbotante de los valores prístinos

Raciocinio fuera de la testa propia
Neuronas convalecientes de morriña
Soborno del tahur a la indolente cabaretera
 que guarda su demencia en un reloj de arena

Interpretación extrínseca a mis vidrios
Picazón de la realidad en mis nervios
Pasos de baile para un mujeriego discapacitado
Delicioso tango a media luz cantado.


Piero Galasso

miércoles, 12 de diciembre de 2012

MITAD por Luc Dupont.


Amor es una palabra demasiado impredecible para susurrar nuestra historia. Sería mejor comenzar con Dulce locura, o con algo  más semejante al éxtasis provocado en el astronauta por el recién terminado viaje interplanetario. Orgasmo que vuela por los aires cualquier atisbo de estúpido raciocinio. Tu piel recubre mi cerebro para asegurarse de que todos mis días serán tan geniales como podamos imaginar. Mis días serán tremendamente ridículos desde los ojos de un hombre con más dinero que corazón. Habitar dentro de un poema y convertir nuestras rimas asonantes en pompas de jabón será nuestro legado vital. Nuestra manera de ganar con sutileza un pulso ficticio a la soledad.


(Hagamos aquí un inciso y respiremos con fuerza para cerciorarnos de que estamos vivos. Pensemos también en posibles definiciones de soledad más adecuadas al texto que la siguiente: )


La soledad a veces es la mejor compañera. Sólo un poco. Sólo como ese pequeño placer que se da el perpetuamente acompañado y felizmente ocupado. Pero ponerse tonto por una ciudad grande, ponerse jodidamente melancólico entre cientos de ojos improvisados tiene un sabor increíble, la verdad. Es como disparar con pistolas de fogueo, representar un pequeño teatrillo personal. Dejarse llevar es tan dulce que engancha, aunque su adicción obliga a realizarlo en pequeñas dosis. Una vez al mes es suficiente dosis para cualquier tipo con autocontrol. Si es invierno, si hay abrigo y manos en los bolsillos, mucho mejor. Si el sujeto fuma y hay un río que bordear paseando, entonces casi se roza el delirio del bohemio. Si el sujeto no fuma o lo ha dejado, le rogamos no haga el gilipollas y no vuelva al vicio.


(Volvamos a respirar y pensemos en algo mejor con lo que rematar el texto que este poema barato que se presenta. Se deben cerrar mejor los partidos, hay muchas y mejores maneras de meter un gol.)


Salir, quedarse, acercarse al abismo
languidecer en un saco de miedo.
Roer, roer, roer el nudo de mi cuerda
soñar con escaparse, pensar el cielo.

Olvidada melancolía que siempre vuelve,
y tú te me quieres escapar, finito tiempo
aprender, aprender, aprender, aprender
a contar con la complicidad del viento.

Hoy pretendo liberar, abrir, respirar bien
pausar mi denostada locura con este espejo
que devuelve palabras desnudas, quema puntos
y convierte papel en necesario alimento.


Luc Dupont.


lunes, 10 de diciembre de 2012

DESENLACE por Luc Dupont.


Con las manos marcadas por sus infinitas callosidades, el músico artesano exige a gritos paciencia y dilación al impaciente tiempo.

-¿Usted quiere un trabajo bien hecho, o pretende llevarse a sus entrañas un conjunto vacío y carente de alma?

-Yo quiero algo bueno y lo quiero ahora.-, grazna el tiempo sin paladar poético. Sus colmillos se encuentran ya afilados para desestabilizar cualquier yugular bohemia.

El artesano resopla. Él también se ha convertido en un hombre sin tiempo. Sus musas se han puesto de acuerdo para abandonarle y visitarlo muy de vez en cuando. Ahora, cada vez que coge su guitarra, debe revolverse y retorcerse sobre sus perezas con la mayor de las violencias y permitir que sus dedos se despellejen solos tratando de encontrar cualquier tipo de sonido que valga la pena.

Todos los artefactos artificiales y las compañías desestabilizantes se marchan cuando la silla de madera pide su presencia, sólo su soledad es abrazada con ganas en su escenario. Sus ropas de tipo desastrado con estilo, sus vinilos rayados a conciencia y sus poses perfectamente estudiadas a lo Keith Richards se esfuman enseguida porque no hay sitio para nadie más que él y su piel. El proceso de creación es dulce por lo vulnerable, pero a veces es duro arrancar las historias de la tierra. Se enroscan tozudamente y hay que tirar con fuerza y persistencia.

Nunca nos gustaron las novelas de Marcel Proust ni sus frases interminables, aunque tenía razón cuando defendía con su vida la capital importancia de contar historias y la necesidad de contarlas bien. Somos cuentos e ilusiones entrelazadas que desesperan en lograr que alguien las entienda o al menos las escuche. El problema es elegir bien qué historia queremos contar y cómo.
El músico artesano recita de memoria versos sacados de algún libro antes de enfrentarse consigo mismo. Los aullidos del tiempo expectante ensordecen sus oídos y dificultan el precioso recorrido de las letras por el inocente papel, cómplice involuntario de un acto creativo. Lo que nazca esta vez será mejor o peor, ya se verá.

Sueñen sus historias lentas, ahúmenlas y sáquenlas a pasear con asiduidad. Suden sus tristezas con esmero y dancen hasta el comienzo de la siguiente página. 

Luc Dupont. 

jueves, 22 de noviembre de 2012

DESENLACE por Piero Galasso



El despertador está a punto de  deshacer la oscuridad con su estridencia, enrabietado por el hecho de que su buzón de entrada está huérfano de la sonrisa de quien dormita bajo la delicada celosía formada por las sábanas. Para quien inconscientemente gusta de explorar el subconsciente, no existe mayor némesis que ese insidioso canto del gallo a pilas.

El vodevil , las tragedias griegas, esperpentos y sátiras nunca serán capaces de captar esa muerte antes de nacer que supone el no saber como termina esa historia que consigue acelerar el latir del corazón aún estando el cuerpo que lo hospeda en un letargo embriagador. Vendría a ser como si uno fuese un invitado de lujo en el primer pase privado de Ciudadano Kane con Orson welles y Herman J. Mankiewicz  y , a treinta minutos del final, éste último perdiese la cordura, sacase un revólver del bolsillo derecho de su gabardina y ,contemplándonos con una mirada invernal de viento y hielo, abriese fuego contra nosotros decorando con un macabro gotelé las butacas de la sala de proyección. Acto seguido y tras quemar la única copia existente del film y los guiones , se acercaría al cadáver de Welles y  acariciándole los cabellos ensangrentados le diría:

I love you Orson but i was sick of you patronizing me all the time and I couldn't stand it anymore. This movie will be our beloved and eternal secret. It´s time to let the geniuses go and spread their knowledge *.

Bien pensado y por precaución, se antoja más atractivo retornar a la consciencia diaria con una duda y cientos de hipotéticos finales que llevarse a la ducha y no con un desenlace que tiene todas las papeletas de tener la palabra decepción asociada a él.



Piero Galasso







* Te quiero Orson pero estaba harto de que fueses condescendiente conmigo todo el tiempo y no podía soportarlo más. Esta película será nuestro eterno y amado secreto. Es hora de dejar partir a  los genios y que difundan su conocimiento.

miércoles, 31 de octubre de 2012

RASTRO por Luc Dupont.

Hay días que mejor olvidar, y hay otros de los que no nos acordamos. Los recuerdos son tan volátiles como el estado de ánimo de un hombre cualquiera. Seleccionamos, diseccionamos los cuerpos inertes de años ya pasados, y en lugar de tirar las pieles inservibles, nos servimos de ellas para disfrazarnos de nuestras sombras en nuestra pequeña morgue del ayer. De ayer nadie se acuerda porque nos lo inventamos, la realidad pasa a ser algo que nunca ha sucedido; nadie ha hecho una canción basada en hechos reales porque las letras que escupe el cantante por la boca son palabras plantadas en la parte creativa del cerebro. 

Nuesta historia pues será la que queramos contar a quién se la queramos contar, susurrándoles al oído quiénes fuimos y cuántas jornadas merecieron la pena. Recitaremos de carrerilla todos los grandes momentos de nuestra existencia como los goles del futbolista retirado y convertido ya en autista insuperable para un mundo carente de porterías. 

En un cajero automático a media noche dos vagabundos se cuentan su vida con una mezcla de paz y de vino. Las leyendas brotan de sus lenguas con la misma velocidad que la mierda se adentra en sus uñas. Uno fue rey de Escocia y el otro no se acuerda. Los dos valen tanto como una piedra y más que un banquero. 

Con el volante en mis manos se me ocurren varios caminos que llevan al lugar donde nos vamos a perder por un tiempo indefinido que oscila entre segundos y años luz. Los primeros pasos de los viajes son tímidos y perezosos pues se adivina la temida vuelta a casa y la anticipación de futuros sentimientos se mezcla con el lento despertar de tus òrganos viajeros. El primer contacto de mis manos con tus orejas hace presagiar un torrente de números pares en sucesión perfecta. Las dudas sobre las ecuaciones se despejan con la primera ojeada al retrovisor, con la primera y definitiva constataciòn de que nuestras pieles se buscan y se encuentran.

Como un felino carente del sentido de la  duda y con el único impulso vital de vivir, nuestras letras devoran espacios. Violentas e inconexas, arrastran recuerdos hacia un dibujo ingenioso o una frase tremenda en un texto pretencioso.

 La felicidad es deslizarse por los días sabiendo que lo que viene viene y todo lo que viene se va. Las olas arrastran todo lo que encuentran a su paso, lamiendo rocas y avanzando sin miedo hacia la desalmada arena.


Luc Dupont.

sábado, 15 de septiembre de 2012

CUNA por Piero Galasso

Enterro da sardiña
paixón trocada por camiño
Berros con preguiza
queimadelas no capítulo derradeiro

Nacemento e aturuxos
queixumes retortos en regueifas
por mor dos cuspes e embruxos
sen cadaleito morrerán as súas tolemias

De adeuses e bágoas
non houbo novas na fraga
quizabes o diaño aínda namora
a mouros e mulleres con argalladas

Crenzas populares malia que illadas
xeran desacougados acenos nas facianas
dos que eternamente procurarán metalurxia
nas pedras arroladas polas rías.


Piero Galasso

jueves, 6 de septiembre de 2012

CUALQUIERA por Piero Galasso

Louisiana.1962. Entre sombras, en un vagón mercantil de la Rock Island Line Co., viajan Billy "whooping cough" Gillgham de 75 años que arenga al muchacho Ray Brown quien, a sus 16 años y tras trabajar durante 8 los campos de algodón de Rolling Fork, escapa hacia las luces de Frisco, en busca de su oportunidad. 


- Muchacho, en este tren ya no suenan canciones de Woody Guthrie ni el himno "The man of constant sorrow". Impera el silencio y las miradas esquivas, sin suerte. Acomódate en un rincón y sopesa cada palabra antes que salga de tu boca. Un acento socarrón como el tuyo puede mandarte a la tumba. Estos hombres son de pocas palabras y primeras impresiones. Están hartos de los vagabundos de etiqueta, del golpe generacional de tez burguesa y alma impostora de gitanos trashumantes. No es cierto que disfrutemos de esta vida nómada, es el tiempo que se agota y nos empuja a movernos  en lugar de abandonarnos a la repetición y al desasosiego estático.
Somos la representación de la llamada perdida, el reverso de la moneda y la cara oculta de las tapas del poemario. No somos un colectivo cohesionado en base a unos principios establecidos aunque, quedamente, disfrutamos del lamento ajeno en nuestro común itinerario. Nadie más que tú sentirá la eclosión de felicidad al lograr una meta . No existe el brindis sincero a jornada completa cuando la vida no es otra cosa que el martillear de una máquina de escribir que sólo conserva las letras de la palabra desilusión. Pero, escúchame bien hijo, no conozco mayor emoción que la de coger un nuevo tren a la carrera, lastimosa ya a mi edad, recuperar el aliento sentado al borde de la entrada del vagón y contemplar como los demonios de hormigón y cristal se pierden en la lejanía, dejando su sitio al viento y la tierra , a las lágrimas y la dicha.

Ray no respondió. Las palabras del viejo, que no necesitaban de retroalimentación, y el zumbido del viento le hicieron recordar las primeros versos de la canción "Hoochie Coochie man" y ,con la brisa como acompañamiento, bramó:



The gypsy woman told my mother 
Before I was born
I got a boy child´s comin´
He´s gonna be a son of a gun
He gonna make pretty women´s
Jump and Shout



Y ninguna de las sombras del vagón aulló en la oscuridad.


Piero Galasso

sábado, 1 de septiembre de 2012

CUALQUIERA por Luc Dupont

Después de un pesado invierno que bien podría haber olvidado, el señor Cualquiera se despertó sobresaltado. Parece mentira, pensó. Por primera vez en su vida se sentía con fuerzas para desayunarse el día; todas las dudas que lo cercenaban se habían esfumado repentinamente. Incluso se sentía fuerte, sus músculos se habían tensado lo suficiente como para prometer una potencia desconocida.

En el trayecto de metro que separaba su hogar del trabajo se descubrió como el único ser viviente capaz de sonreír en esa franja horaria tan moribunda que abarca de las cinco a las siete de la mañana, la hora de los supervivientes. Su felicidad resbalaba como el aceite de oliva sobre el pà amb tomaquet; él brillaba como un cuerpo celeste desconocido en una Barcelona cada vez más europea en el mal y actual sentido de la palabra, es decir, triste, impotente, desesperada y viejuna. Quizás lo del señor Cualquiera era una nueva revisión de la desorientada rumba catalana.

No sé qué hacer contigo, se dijo el señor Cualquiera. Tan desconcertado se hallaba en su nuevo estado de ánimo que, al escuchar la monótona voz femenina del metro que anuncia las próximas o properas (si se prefiere la versión catalana) paradas, se percató de que ya estaba en Passeig de Gràcia y su viaje se había terminado. Pero cuando una señora le dio al botón iluminado que abre las puertas del metro, al señor Cualquiera le entraron ganas de hacer locuras y de olvidar su seny* catalán. Volvió a sumergirse en la línea amarilla en lugar de apearse y entrar en el insulso edificio de oficinas que le aguardaba.

Una infantil sonrisa traviesa  le acompañaba en su aventura matutina y él se divertía observando a los demás ciudadanos usuarios del metro. Ellos no saben que hoy es mi día, brindo por ellos.

Con prisa en los zapatos y esperanza en los ojos se bajó en la Barceloneta y deseó perderse entre los extraños que rodeaban la playa, inmunes a la recién despreocupación adquirida por el dueño de la más genuina de las sonrisas de todo el Mediterráneo.

Cogiendo los zapatos con la mano derecha se adentró en la playa desierta para, con toda la calma del mundo, dibujar el nombre de su amada en la arena con sus pies desnudos.




*seny catalán: El seny como característica de la sociedad catalana estaba basado en un conjunto de costumbres y valores ancestrales que definían el sentido común en base a una escala de valores y unas normas sociales que imperaban en la Cataluña tradicional.



Luc Dupont.

martes, 28 de agosto de 2012

NIDO por Piero Galasso

Entonces es cuando la magia aparece y los bolígrafos se aceleran en los bolsillos de mis chaquetas. Historias de otras bocas retumbando en mi imaginario desplazando uno de mis pies de la rutina y atravesando la imperceptible línea de la locura sin genialidad, de la inconsciencia asistida y la virtud insistida.La inmensidad de las palabras se demuestra majestuosa provocando la estampida del vocabulario impregnando de letras unos personajes que aceleran el ritmo de mis latidos. Benditas sean la gramática y la semántica.


La potencia de las palabras convierte al escribiente en muñeco de vudú de su propia imaginación, que dulcifica el papel de marionetista de manera centelleante hasta que, súbitamente, desaparece sin huellas ni sellos en el pasaporte. Afortunadamente, de los viajes del alma no se conocen registros ni aduanas.

Desde los 5 o 6 años Egipto y su mundo antiguo ejerce una fascinación sublime sobre mi hambriento intelecto y, especialmente, la figura de los escribas y su posición humilde en una disparatada sociedad con dioses de carne y hueso.
Ahora, como escriba unidireccional y para mi regocijo particular, me contento con llevar las cuentas de mis conquistas y derrotas sin más papiro  que mancillar que este homérico y estelar tamiz que es la vida, el cual atravesaré cuando sea demasiado delgado como para seguir bailando cada nota musical de las historias de mi imaginario. 


Piero Galasso

martes, 21 de agosto de 2012

NIDO por Luc Dupont.




Nunca sabes cómo lo hace, pero la vida siempre te da lo que le pides. Y un poco más. Yo le pedía pasión y un poco de locura. Andaba loco por encontrar las señales de algo que me levantase el ánimo y la piel, por decirlo de alguna manera. Y es que a  mí siempre se me ha dado mal ponerle nombres a las cosas y finales a las fiestas. Cuando baja el rio preñado de vino y de vida, soy el primero en dejarme llevar por su corriente hasta que se termine el violeta del tinto.


Cuando abrí los ojos después de tus besos y mis  mil trampas contigo, el tiempo me dio una merecida bofetada. ‘’Despierta muchacho, te has quedado dormido en tus nubes y tus miedos. ‘’ El no engaña y yo no pretendo distraerle con trucos fáciles. Lo único que quiero es seducirlo para que sus manecillas me lancen hacia encontrarte.  Y mientras espero a mi partida, me meto en nuestro nido sucio y caliente. Enroscarme, abrazarte, acojonarme imaginándome sin ti, hacerte el amor como siempre y como nunca, sudando, revolviéndonos el uno contra los miedos del otro, volviéndonos más locos que mis dudas, reventadas ya por ti y por el roce de tus piernas.


Ahora que toca tocarme las palabras yo solo, no podría estar más contento y más melancólico. Siempre tuve imaginación para sonar y paciencia para leer tus libros. Tal vez con un poco de música en mi cabeza pueda encontrarte un hueco de esos que te gustan, para que vivas ahí siempre, en tu rincón imperfecto. Quizás hubieses preferido que no tocase algunas notas, que evitase algunos sonidos tremendamente desafinados, quizás hubieras querido que supiese bailar bien. Pero yo solo te puedo llevar cosas dulces adonde estés, para que te desayunes nuestras diferencias y dejes nuestras espinas dorsales desnudas, encariñadas una con la otra. Ciegos y sordos, tu sur arrasa con todo el norte que pueda tener.  

Ahora toca seguir el espectáculo de lo inesperado, sabes que no me gusta ser como los demás. Porque tú no lo eres. 

Luc Dupont.

lunes, 30 de julio de 2012

TEMPLO por James Duluth

y si no has sido capaz de vencer a tus demonios internos y te has complacido en la seguridad del que no se atreve, del que no lo intenta, te arrancaré la lengua y los dientes uno a uno con un mar de lágrimas brotando de mis ojos. Tu me demandarás la razón y yo te diré que de tal modo nunca podrás morderte ni lamerte las heridas y te daré el engañoso mensaje de que serás discapacitado para amar el resto de tus días. Como juez y parte de esta tragedia contemplaré como tu odio hacia mí torna en una necesidad de búsqueda de lo que todavía conservas en tu zurrón y puedes sacar a la luz y en mi mano portaré el reloj de arena que indicará como tus miedos poco a poco se van mezclando en el desierto de tu neófito atrevimiento. Sólo entonces, podrás mirarme a los ojos y , tras perdonarme y sentidamente abrazarme, indicarme que una nueva identidad ha crecido en tu interior y serás partícipe de un amor verdadero contigo mismo. Nunca me permitiré dejarte cometer el error más grande de tu vida delante de mis narices,el de que te concedas el idiota privilegio de darle la espalda a la mayor exaltación de predilección que he tenido el privilegio de contemplar. Un hombre se convierte en hombre cuando la muerte deja de ser némesis y se convierte en una compañera vital. Contempla tu propia felicidad en el filo de su guadaña y observarás que eso es lo que la libertad representa. Disfrutar en el exacto y preciso momento de las satisfacciones y las alegrías mientras ella afila con el calendario su vital herramienta de trabajo.




James Duluth

domingo, 22 de julio de 2012

TEMPLO por Luc Dupont








Los veintipico, los treinta, los números del presente irán creciendo dejando detrás artícullos desesperados y crisis mortales. Los huracanes vienen y van desde su centro de creación. Habrá letras malas y episodios tan negros que no se podrán tapar con una buena copa. Habrá versos principales que conquisten mi sombra y no dejen ni rastro de aquella malvada melancolia violeta que luchaba por cambiar de planeta. Y llegarán los días azules en los que me sentiré tan cómodo que me asustaré en mi colchón y saldré a por miedos aventureros, vientos malos que no cedan ante mi inesperada valentía, mi renovada piel de trapecista.

Ojalá que te juntes con gente interesante, y buena. Ojalá que encuentres las soledades más productivas y las compañías más placenteras. Lo mejor es que ya has descubierto que existe un lugar al que siempre puedes volver, si todo lo que viene se va por la misma puerta de entrada. Debo aprenderme bien el mapa que me trae hasta aquí, hasta mi tranquilidad completa, hacia mi redondez indómita que se rebela ante entornos sofocantes o ráfagas de aire negro. Se trata de aspirar todas las cenizas y transpirar fuegos artificiales para todos mis compañeros de camino, todos aquellos que están aquí en el tejado conmigo colgando sobre la maravillosa libertad de saberse libre.

Lo malo no deja de crecer y nada vendrá completo, envuelto en regalo dispuesto a ser disfrutado. Las derrotas serán derrotas y las victorias serán una cosa parecida pero más aburrida. Las luces no están fuera sino dentro, las brújulas las tendré que orientar yo, porque un camino no es un círculo ni una línea perfectamente recta es mi manera de adentrarme en mis bares de palabras.



Creo que es necesario escribir para que nadie te entienda, o leer para entenderlo todo. Qué más da si los textos se enredan con facilidad o rompen sus cadenas con una facilidad abrumadora. Tomarse en serio los versos es dejar de mirar hacia la luna y verte ahí arriba sonriendo con todas las ganas que conozco.

Los días más importantes son aquellos que vivimos. Déjame que sea lo que sea, aunque eso signifique reconocer que no podremos tenerlo todo a la vez, que sólo tendremos lo que tengamos en ese momento. Y ni siquiera eso.


Luc Dupont.

sábado, 14 de julio de 2012

TEMPLO por Piero Galasso




La vida debería ser una repetición constante de una primavera en París. Mis huesos adulterando una terraza cercana a la Place de la Bastille con un Martini en la mano y los parisinos modelando su fantástica rutina ante unos ojos que orbitan adorando su majestuosidad. 

Inconmensurable. 

Escuchar, tarjeta amarilla por maleducado, un coloquio de dos francesas en esa misma terraza mientras una de ellas pone verde al pusilánime de su marido al tiempo que su amiga le comenta que deberian almorzar en el Bistrot Quiberon de la rue Margot es poesía, es lo que sintieron los Lumière cuando filmaron a unos cuantos obreros saliendo de una fábrica. Representa una verdad continúa , múltiple.

En materia fonética, el francés es la lengua más hermosa del mundo con su sutil cadencia y la elegancia de sus oraciones y sintagmas nutren a su sonido de fantasía. A grandes rasgos,  el inglés representa la unión global y una sencillez cercana a la estulticia, el gallego arraigo, origen y potencia, el castellano sinónimos y literatura y el italiano es como una composición de Ennio Morricone por su plasticidad y connotación tímbrica. Pero únicamente el francés convierte la simplicidad de la frase Je vais acheter du pain et le journal , est-ce que tu veux quelque chose? en una canción minúscula maravillosa. Territorio vedado para cualquiera de las otras lenguas y resulta indiferente quien emplee este idioma, hombre o mujer, genera un interés en mí que me deja absorto por unos instantes, perdiendo el juicio abandonándome a su lírica.

Cuando no se me ocurre ningún tema del que hablar o escribir siempre se me viene a la mente París, iluminando con gracia donde impera la nada momentánea. Esa ciudad genera una orquesta sinfónica de pensamientos deliciosos que me impiden pegar ojo hasta que mi cabeza se vacía de frases inconexas de devoción y enardecimiento de sus ninfas y bacos. 

En París aprendí a pasear, a meditar los pasos sin más objetivo que rumiar proyectos internamente con unos accesorios convidados como  son los parisinos, sus turistas y su artificiosidad. Allí pierdo mis zapatos de nuevo y mis huellas se duplican provocando el incesto de mi digitalismo con la homología de mis opiniones. Me desayuno su pavè y Roma y Londres claudican con honores ante París y sus erres que son ges.Consigue que mis ideas fluyan con orden y con total significado. Todo cuadra allí, los géneros fructifican en millones de versos que sólo en ese lugar toman asiento.

Cuando tengo un día indolente y aparentemente carente de sosiego, pienso en que existe París en este mundo, que en ese exacto momento hay dos personas utilizando la lengua más virtuosa en alguno de sus rincones y comienzo a visualizar trabajadores caminando a sus hogares dialogando y me río. Recorro arriba y abajo los boulevares y plazas que existen en mi imaginario olvidándome de que ese día no cumplí los objetivos marcados y la alegría deja de ser una palabra para convertirse en un estado de mi carácter.

En París siempre es la primera vez, es el primer beso que emana como candado enlazado en el puente de mi memoria y  su gran símbolo pintiparado para mi  subconsciente consigue que , en esos días tumefactos de negatividad, tenga ganas de París a mi manera. Emplazamiento idóneo para disfrutar de un desamparo provocado. 

Por fuerza, los franceses son tan celosos de su individualidad. Cada día tienen su propio encuentro a solas con Paris, para urdir la alianza con Afrodita y posterior secuestro de Helena y , al final del día,  contemplar su santísima y mitológica trinidad. Cualquiera que se atreva a importunarles en su culto, recibirá desprecio como respuesta. Al menos es lo que yo demando, como parisino de adopción, que no se entrometan en mi adoración cuando solitariamente disfruto de sus entrañas desatando una cíclica y penúltima guerra de Troya.


Piero Galasso

sábado, 7 de julio de 2012

CARTA por Luc Dupont


Querido amigo,

Hace tiempo que no hablamos, quizás por pereza, quizás porque no hay nada de lo que hablar.El tiempo sigue igual que siempre, ya sabes, a veces llueve y a veces hace sol; y no merece la pena ni gastar energías en pretender llenar los molestos vacíos con letras perezosas. Sigo en la misma ciudad, en el mismo piso, en la misma calle y con la misma cara de siempre. Pero han cambiado muchas cosas, y no ha cambiado nada. Lo malo de perder el hilo con alguien es que no tienes ese par de enlaces rutinarios con los que empezar una conversación. Ya sabes, eso de : ¿Te acuerdas de Juan? Pero bueno, tú y yo nunca fuimos de esos, tú y yo somos más de no hablarnos de nada y de repente encendernos ante la mirada interesada de un whisky con hielo. Eso es lo que pretendo, encenderme contigo y meterme en uno de esos huracanes parlantes sin freno. Ya sabemos dónde está lo bueno, compadre. Somos dos lobos que siempre están hambrientos de esos detalles que hacen la vida maravillosa. Me refiero al vino, a las letras, a las chicas malas, a las chicas buenas,  a las chicas con gracia, a  los chistes sin ella, a las tardes solitarias, a las ciudades como esta, a  la pasta bien hecha, a los olores de nuestro pasado, a nuestros pactos inquebrantables, a nuestras anécdotas compartidas, a los crímenes perfectos, a las canciones que se te meten en la cabeza, a los miedos derrotados, a los asuntos pendientes, a las salidas nocturnas, a los finales con gracia.

Cada vez necesito más saber que queda alguien por ahí de mi generación de planes gastados. Necesito compartir sueños rotos, desilusiones y renovadas esperanzas con alguien de mi misma calaña. Quiero esa sonrisa de complicidad de alguien que ha estado en el agujero, en el cielo, en ninguna parte. Las risas más fáciles son aquellas construidas entre seres del mismo planeta.

Aquí te espero,

Luc Dupont

martes, 26 de junio de 2012

CARTA por James Duluth

Hoy he tenido una reunión con el nuevo equipo creativo para evaluar sus nuevas ideas y he sentido dos necesidades imperantes:
1- Ir al traductor de Google en mi iphone cada cinco palabras escuchadas.
2- Hacerles tragar a cada uno de los gafapastas una semilla de bambú para que, tras una gestación de varios meses, les brotase del abdomen un estupendo ejemplar de bambusoideae, llenando la oficina de un toque oriental delicioso.

La reunión comenzó como sigue:

Hola, me llamo Luis y soy el nuevo community manager y coolhunter del departamento de marketing y networking del holding. Tras un disputado brainstorming llegamos a la conclusión, gracias a un excelso FODA, que los amenities de nuestros hoteles deberían tener más punch para cautivar a clientes potenciales. Necesitamos convertir nuestra branch en trendy , un must. Nuestras it girls ya se están dejando fotografiar mientras se peinan con nuestros free combs en...

¿Es que he retrocedido en el tiempo a la década de los ochenta y lo externo al idioma castellano es lo pujante de nuevo? Aún peor, ¿por qué la gente se vuelve a vestir como en los ochenta? . Los crios que me están acribillando con vocablos anglosajones se visten como sus padres hace veinte años y se creen innovadores. Innovar hoy en día es mirar hacia atrás por encima del hombro denostando el pasado por arcaico y plagiándolo sin miramientos.

Así me desayuno esta mañana de lunes entre anoréxicas avant-garde e imbéciles new wave. La corbata tiene los días contados.


James Duluth

miércoles, 20 de junio de 2012

CARTA por Piero Galasso

Para comenzar, diré que todo lo que he hecho ha sido para mecerte en mi regazo suavemente y que tú no tuvieras que extenuarte girando el mundo cada día para mí.Te desprendiste de lo rutinario y adecenté nuestro camino para que en él cupiese tu magia , ya que tienes la habilidad de observar donde yo miro, de saborear donde yo ingiero.Mis brazos nunca podrán generar la celestial suma de tu talento y tus yemas con lo cual, aportaban empaque y determinación a nuestra ecuación.

Sí ,es cierto, mis mil vidas anteriores te hicieron creer que dominaba cientos de conversaciones y que la luz de mis poesías era tu nueva filia y , marca de la casa, tu última fobia. Mas si hubieses prestado atención a tus coloquios conmigo, mis aportaciones sólo relucían en la conclusión, en la finalización .
Soy un experto en el arte de olvidar a las personas y, por ende, en el capítulo de las despedidas fatigosamente exprimo mi intelecto para sonar puro, directo, verdadero y cautivador. Para que siempre se me recuerde con la mano en el pomo de una puerta entreabierta de la que seguramente olvidaré hacia donde daba y porque se hubo de abrir una puerta en ese emplazamiento. De este modo, dejo una rendija abierta para que cualquiera que quiera volver a mí me infecte con su genio de nuevo acrecentando la enfermedad de la cual soy cautivo desde bien pequeño.
Mi testa acumula cientos de millones de datos absurdos y tiende a ofrecerme lagunas en cuanto a las personas que pintaron las obras de mi galería de marchante de arte privado. Recuerdo , de un modo cristalino, el exacto número de cervezas que ingerí hace 925 vidas pero soy incapaz de recordar si alguna vez te mentí más de diez veces seguidas o fueron sólo 5 de una tacada. O si el color de tus ojos cuando la luz del sur de Europa se colaba por las rendijas de nuestro follar eterno era azul verdoso o meramente magnánimo.


Piero Galasso

lunes, 18 de junio de 2012

AVANCE por Luc Dupont.





``El niño se dirigió decidido a la choza que habitaba su abuelo con ese brillo en los ojos que se le ponían cuando llovía y estaba oscuro. Parecía que una sabiduría natural entraba por aquellos poros infantiles, rezumando una bondad increíble.Su abuelo le había dicho que se acercara a su choza todos los Lunes a la misma hora y allí le serían entregados un poco de dinero y un consejo. El consejo siempre venía, aunque no así el dinero, que dependía de circunstancias extrañas que el niño, aún afanándose en comprenderlas, no entendía.

-Hoy no es Martes, hijo mío, así que no te puedo dar dinero. Pero, te voy a decir una cosa que nunca debes olvidar. Sonríe cuando camines, así disfrutarás tu camino.

El niño se marchaba indignado otra vez, con las manos vacías y la cabeza llena de maldiciones hacia aquel carcamal que le tomaba el pelo. ¿Qué no es MArtes, pero que pretende el viejo si me manda ir el Lunes?.Cuando llegó a casa, le prometió a su madre que jamás volvería a la casa del abuelo, y, siendo tozudo como él solo, las pregarias de su progenitora resultaron inútiles. Cada lunes, el niño pasaba cerca de la choza del viejo y se llenaba de razón pensando en lo malo que había sido el abuelo. Y te vas a enterar, porque a mí no se me engaña dos veces.

Y cada Lunes volvían los pensamientos y las maldiciones. Y cada Lunes el niño dejaba de entrar en la choza.

Y un Lunes, mientras caminaba ceñudo al lado de la casa, se percató de la presencia de muchas personas en aquel lugar. Se quedó mirando desde una esquina, ya que su curiosidad no era mayor que su orgullo. De la puerta sacaban en una cama el cuerpo de su abuelo. 

El niño había ganado su pequeña batalla, pero había perdido el tiempo. Todo aquel estúpido juego no servía de nada. Su abuelo se había ido y él se quedaba allí lleno de razón pero sin nada de qué reirse.´´

Esta, señores, es la historia que escuché en la Habana cuando, sentado al lado de mi amigo Leovel, dos hombres discutían sobre si los cubanos de Cuba eran más felices que los cubanos de Miami:

-Pero, ¿qué vuelta, compadre? No te me pongas más encabronao, Ramiro,que sabes que estamos de pinga. PEro sabes que llevo razón.

- Pero dímelo, está en llama la cosa, tizón. ¿Por qué van a ser los cubanos de Cuba más felices que los de Miami?

-Porque nos cuentan desde pequeños la historia.¿Pero no conoces la historia del niño ese?

domingo, 10 de junio de 2012

AVANCE por Piero Galasso


Reporte de los sucesos ocurridos en la Ciudad Ducal en la madrugada del 3 de Diciembre de 2004.

Tres cuerpos han sido encontrados por civiles en distintas partes de la ciudad durante la madrugada del día anteriormente citado:

Víctima Nº1: Sin identificar.
Lugar: Muelles del puerto.
Civil: JLVE. Cuando se disponía a acceder a la lonja y comenzar su jornada, se topó con un remolino de pájaros acechando un cuerpo flotante.

Víctima Nº2 : Sin identificar.
Lugar: Parque Vallarta, a la altura de Galdós con Pardo Bazán.
Civil: NMH. Se encontraba realizando ejercicio aeróbico cuando vió que sobresalía un pie y un hedor inclasificable de detrás de un arbusto.

Víctima Nº 3: Sin identificar.
Lugar: Aparcamiento de un establecimiento de comida rápida abierto 24 horas.
Civiles: LGH Y SJO .Estaban dirigiendo su vehículo para realizar su pedido y se percataron que un bulto entorpecía el paso de su coche.

No existe conexión de ningún tipo entre las 3 víctimas,ni de tamaño ni edad, con la salvedad de que a todos se les retirraron los documentos y se les amarró al pecho, con cinta americana, toda la cantidad de dinero que llevaban encima. La muerte les sobrevino del mismo modo dado que los 3 fallecidos expulsaron sus vísceras por el ano, en una suerte de deposición macabra, lo cual generó un impacto brutal en su organismo culminando en una muerte instantánea. Varios agentes tuvieron que calmar a los civiles por el lamentable estado de los cuerpos. Enviamos los cuerpos a nuestras dependencias sanitarias para las distintas pruebas pertinentes.

Informe médico del Dr. Guillén. 4 de Diciembre de 2004. 11 am .

Tras las pruebas pertinentes en tórax, extremidades, cerebro, genitales y vísceras, no se ha hallado ninguna pista que conduzca al móvil sexual. Ni rastro de semen, signos de lucha subcutáneos o restos de carne en las uñas de las víctimas.Para nuestra sorpresa, los cuerpos han sido sometidos a niveles de 100.000 rads puesto que la radiación que desprendían ha inutilizado 2 de nuestras 3 máquinas de rayos X. Hemos trasladado las víctimas a los sótanos del centro hospitalario donde disponemos de una sala dotada con los aislantes necesarios para mantener al personal del hospital en óptimas condiciones. ¿Cómo es posible que 3 individuos hayan sido expuestos a semejante nivel de radiación y sólo ellos hayan perecido y no las plantas, árboles o peces de su alrededor?. Nota de investigación.

Informe Agente Bernar. 4 de Enero de 2005.

A lo largo del mes han acaecido más sucesos idénticos a los tres iniciales, alcanzando la cifra número 50 en la madrugada de fin de año. Ninguna relación entre las 50 víctimas más allá de la terrible muerte y la adhesión monetaria en el tronco. Nuestra investigación, tras el reporte médico, se ha centrado en todos los lugares del país donde se conserva material radioactivo y toda la seguridad de la República, tanto privada como pública, se encuentra inmersa en esta pesquisa.
Hasta la fecha, no hemos encontrado indicios de ninguna sustracción de algún tipo de material radioactivo, ni tan siquiera uranio. Como las muertes no tienen visos de cesar, el Presidente Garcés proclamó el Estado de Sitio, sellando las centrales nucleares y cementerios radioactivos con todo su personal dentro, al cual se le suministrará el avituallamiento necesario para sobrevivir.

Informe Agente Bernar. 7 de Septiembre de 2005.

Nuestra búsqueda se trasladó a los inmuebles y apartamentos particulares, además de oficinas, aparcamientos, escuelas, universidades etc. A la altura de la calle Simón Bolívar, número 45 apartamento 3º I, hemos detectado unos niveles de radiación por encima de lo normal pero no tan descabellados como los que provocaron las muertes. En el interior avistamos un pequeño aparato similar a una especie de pistola el cual creemos que ha sido el arma del asesino en serie , quien acumula en sus malditas espaldas doscientas cincuenta muertes. Es como si alguien , de algún modo, haya ido eliminando seres humanos como si de tristes cucarachas se tratase.La investigación se centra desde ahora en el apartamento, sus propietarios y el arma.

Informe Agente Bernar. 9 de Septiembre de 2005. 

Un equipo de científicos de todo el país, sacados de nuestras centrales nucleares, han analizado el aparato y han llegado a la conclusión de que aplicándole un pequeño depósito con Cobalto 60 se alcanzan los niveles radioactivos que marcaron las víctimas. Se han realizado pruebas en ratas de laboratorio, cobayas, cerdos , monos y las desesperación nos ha llevado incluso a probarlo en indigentes y ,tanto los animales como los seres humanos, han perecido del mismo modo. Al cabo de una exposición de 2, 38976 segundos, el cuerpo se vacía de modo fulminante. Nuestros técnicos se declaran horrorizados de que algo de estas características haya sido creado por el hombre.

Con relación al apartamento, su propietario es Domingo Salvatierra Baroja, delineante de 54 años, y en él residían su señora, Luna Tería Boj periodista de 49 años, y el hijo de ambos, el superdotado Jaime Salvatierra Tería de 16 años. 
Nueva Línea de investigación. Estas tres personas han sido declaradas fugitivos de prioridad fundamental para el  ejército y se reclama la ayuda de civiles. Se ha acometido el cierre de aeropuertos, puertos, carreteras y líneas de ferrocarril.

Reporte Final del Superintendente Anido. 5 de Diciembre de 2005.

Afortunadamente ,desde que encontramos la pistola radioactiva, las muertes han dejado de producirse. En los últimos meses, nuestros esfuerzos se han dirigido a encontrar a la familia en cuya casa se encontró el aparato radioactivo. Finalmente, dimos con su paradero. Se ocultaban en la casa de un amigo de la familia, Ricardo Cifuentes Ordóñez arquitecto de 60 años, y hemos conseguido encontrarlos debido a los altos niveles de radiación que desprendía el muchacho.
Jaime Salvatierra Tería es un estudiante con un coeficiente intelectual de 247 lo que lo convertía en un prodigio. En el trastero de su edificio tenía un pequeño laboratorio y logró idear un métido práctico, útil y doscientas veces más económico para curar el cáncer de pulmón ( Se adjunta en anexos). El muchacho loco de contento, se puso en contacto con una multinacional farmaceútica a la cual ofreció la entrga gratuita de su método a cambio de ser él quien llevase a cabo su implantación. Según el testimonio de Jaime, quien durante todo el interrogatorio mostró un temperamento tranquilo, la compañía se negó a poner en práctica su proyecto altruista alegando que sus emolumentos disminuirían drásticamente llevándolos a unas pérdidas innecesarias. Tras muchos meses de insistencia y de llamar a otras compañías y recibir siempre  negativas y evasivas, el menor incluso dice que se le vetó la posibilidad de acudir a los medios de comunicación. Por éstas infructuosas tentativas, Jaime enloqueció descreido de ésta nuestra sociedad encerrándose en los adentros de su locura. A raiz de la cual, comenzó a idear la despreciable pistola contando con la ayuda indirecta de un catedrático de la Universidad Complutense quien le proporcionó Cobalto 60 maravillado con el proyecto contra el cáncer de pulmón. Las farmacéuticas niega cualquier conexión y el malogrado muchacho será encerrado de por vida en un hospital sanitario de máxima seguridad, desnudo, sin fármacos y sin derecho a ingerir alimento o agua en una posición erguida, para que experimente el horror vitalicio de ser tratado como una cucaracha.

CASO CERRADO



Piero Galasso


viernes, 8 de junio de 2012

HASTÍO por Luc Dupont

Dedicado a Pep Guardiola


Quiero ser un don nadie. Quiero perderme entrre un río cualquiera de gente que desemboque en festividad popular. La feria del pulpo gallego, la fiesta del vino o cualquier tipo de concierto, como si nos ponen unas sardanas. Pretendo deslizarme entre las calles como un viento, conocer pueblos mediterráneos que conserven restos romanos, leer viejas historias de reyes destronados por revoluciones necesarias y violentas. 

Todo ha sido un sueño, una fábula de sal y sangre.Hoy me siento extraño despertándome en otro mundo, en otra época ya. Mi cuerpo aún busca abrazarse a mi obsesión absoluta, a mi enfermiza rutina. Debo aprender a vivir de nuevo. ¿Seré capaz ahora de no caer en la tentación de buscarme las heridas y jurar venganza ? ¿Encontraré tranquilidad suficiente para que todo se evapore y mi piel cambie? Sí, quizás mi única esperanza es que el nuevo yo se coma al anterior. Pero claro, mi obsesión volverá a llamar a la puerta. 

Todavía escucho las malditas voces que me persiguen desde hace cuatro años. Al principio sólo eran las mías, aquéllas de ``vamos Pep, el que trabaja es el que aguanta´´. Pero pronto lo comprendí. Entendí que debería vivir con ilusiones, miedos y desgracias ajenas. Las llaves que se pusieron en mi mano venían con una cadena muy larga. Sabía que era larga, pero ni mi eterna inclinación a prepararme para lo peor sospechaba que era tan pesada. La puerta del paraíso se abre pocas veces, pero cuando la traspasas se cierra y debes convivir con los fantasmas que allí habitan, sin poder escapar.


Desde hace tiempo solo habito con fantasmas. Los gritos de euforia y las celebraciones, el orgasmo que debieron sentir muchos aficionados con los triunfos, yo nunca los experimenté. Mi sentido del deber sólo me permitió el pequeño alivio del rey que observa a su pueblo explotar de alegría. Pero sabe que lo malo puede llegar, que hay que estar atento, que él no se puede dejar llevar porque siempre debe tener una espada en la mano para cortar cualquier atisbo de pereza o auto satisfacción.  


Trabajo, trabajo, trabajo. Humildad. No hacer caso a las malditas voces que me persiguen, no entrar en ese círculo en el que me quieren encerrar. Que se acuerden de mí por haber sido fiel a mi estilo.


Y que me dejen en paz.


Luc Dupont

miércoles, 30 de mayo de 2012

HASTÍO por Piero Galasso

Saúl era un ciudadano respetuoso con el medio ambiente que sólo quería despertarse por las mañanas de buen humor. Nada más que eso, dirá el simplista. El hombre ansiaba ser el poseedor matinal de esa dosis extra de energía que tienen las personas vivaces y que tienen como obligación restregársela al resto, se decía Saúl. Él se esforzaba,  tarareaba la canción más vitalista y rítmica del mundo y nada, su rictus delataba mala baba de despertador en abundancia. 


Buscaba despertarse un día al alba, separar las cortinas, y no tener que ponerse la mano en la cara con expresión de disgusto porque el sol lo cegaba,no, le gustaría ser uno de esos seres que exclaman en tal situación:  ¡¡¡mi día es un gran día porque hay sol!!! y lo gritan a los 4 vientos y van flotando por la calle como si las aceras fuesen camas elásticas que los empujan a su estupendo día donde serán entusiastas de eso que llaman vivir. Que palabra tan absurda para llevar a cabo una experiencia de tal calibre como es la vida. V-I-V-I-R. En estos pensamientos  estaba sumido Saúl mientras desayunaba su café con leche doble en la cocina de su apartamento, cuando un ruido de objetos golpeando el suelo lo sobresaltó acrecentando su, digamos, difícil  temperamento de primera hora. Somnoliento, confundió la estridencia con un sonido proveniente del piso de al lado, habitado por una familia de cinco. Cual fue su sobresalto cuando escuchó unos pasos a la carrera que se dirigían hacia su cocina. Con apuro, se atragantó con la galleta que estaba a punto de tragar y la regurgitó generando una expresión en su rostro clamorosa y ,tras ello, su figura permaneció en una postura de lo más lamentable para cuando se produjo el encuentro con la inesperada visita.

- Hola, buenos días. Disculpe el alboroto caballero, ¿Es usted Ramón Fajafría Pisto?. Demandó el extraño con la mejor de sus sonrisas.

-¿Qué dices? ¿qué Ramón? ¿cómo coño entraste en mi casa?

-Vamos a ver, ¿No este el 3º B del 21 de la calle de la alegría?

- Sí lo es pero que ostias...

- Disculpe, le agradecería que no empleara ese lenguaje tan poco delicado. Gracias. Me han comunicado que ésta era la vivienda del Sr. Fajafría y si usted no responde al nombre de Ramón significa que o bien mis fuentes han errado, lo cual no ha sucedido jamás, o me está mintiendo y debe saber que me produce una enorme desazón la falacia mañanera, ¿entiende usted?. Además, se lo he preguntado con toda la educación que dispongo a estas horas del día...

- ¡No soy Ramón y quiero que te vayas de mi casa ahora mismo o llamo a la policía!

- Haga el favor de calmarse Ramón y...

- ¡YO NO ME LLAMO RAMÓN! ¿CÓMO QUIERES QUE TE LO DIGA? Y ¿QUIÉN ERES TÚ Y QUE QUIERES DE ESE RAMÓN?

-Le repito que estaría muy complacido si se comportase como un individuo respetable en mi presencia. Me explico,he venido aquí a matarle porque...

- ¡AH! ¡Puto loco!- aulló Saúl arrancando en carrera despavorida hacia la salida agitando todas sus extremidades.

El otro individuo, resignado y sin perder la calma por un instante, se interpuso en su camino de manera sutil pero firme arrastrándolo a la silla para continuar con su explicación. A partir de este momento, Saúl comenzó a emplear el trato de cortesía, no sabemos si influido por el pánico o por una fulminante subida de educación en su riego sanguíneo.

- Soy el director de una orquesta filarmónica y hemos perdido a nuestro mejor violinista. Bueno, en realidad, no lo hemos perdido en el sentido mortuorio de la palabra, lo que aconteció es que su cabeza sucumbió a las llamas del delirio y ha decidido trasladarse de nuestro totalmente acondicionado ático al cuarto de calderas del sótano porque no está de acuerdo con el tratamiento que damos a nuestra sección de cuerdas y dice que no quiere volver hasta que se respete su decisión de ser el mejor violinista del mundo. Para nosotros ya lo es, aunque no se cansa de repetir que usted, el violinista  gitano Fajafría, del que casi no hay noticias ni siquiera fotos o grabados porque en serio, ¿un violinista gitano?- ríe con fuerza- perdone que me descuajaringue, no es por ofender, es que la existencia de un virtuoso violinista gitano supera la más absurda ocurrencia de mis imaginaciones presentes y pasadas. En síntesis, el muchacho lo proclama a usted como el número uno en tal arte y, verá, de este modo su autoestima disminuye por el pavor de creer que  ,mientras usted esté vivo, nosotros iremos a contratarle a su primer error en un recital cualquiera. En tal situación, él no podría vivir con la carga y se suicidaría, poniendo fin a  su tormento y todas esas monsergas. ¿Por qué ustedes los violinistas son tan volubles?. ¿Será por respirar durante tanto tiempo el olor del barniz del intrumento con el cuello en mala postura?. Es algo que turba mis cavilaciones y me ha llevado hasta aquí esta mañana para asesinarle. ¡Qué cosas!.

- Pero.. pero... yo me llamo Saúl Desflores Paciente y no soy violinista, soy ortodoncista en la clínica Dentalmint de la calle Estrella.

 En este momento del coloquio, cualquier atisbo de tranquilidad o cordura comenzaba a huir por la boca de Saúl como pequeños gritos mudos inaudibles para el extraño, pero no para él mismo.

- Pruébelo- Ordenó el director a Saúl quien corrió a por su identificación

- Aquí tiene.

- ¡Repámpanos! Disculpe mi improperio, pero que situación más convulsa, ¿no le parece? Mis fuentes no se habían equivocado en la vida. Contamos con un fantástico personal al mando de un centro de reclutamiento sin igual, aunque en este tema es realmente dificil dar con la persona del maldito gitano con la afición más diametralmente opuesta a su raza. Es evidente que este tema a usted ya no le compete ,Sr Desflores, y ruego me perdone por haberle interrumpido en su ingesta matutina. Ahí van 5 euritos por las molestias y el estruendo- dijo extendiéndole el billete a Saúl, quien con cara de párvulo, lo recogió entre dos dedos-. No se levante que ya me guio yo a la salida, ¡estos pisos de hoy en día son como cajas de zapatos!. ¡Hala!, ¡Buen día y a seguir bien!!. Dijo desapareciendo ipso facto.

Desde aquel día Saúl se levanta con miedo a toparse con algún malhechor en el salón y como nunca se encuentra con intrusos , al menos en su casa, todos sus días son el mejor día de su vida.


Absurdo, ¿verdad? Más disparatado es erguirse de mal genio todas las mañanas y no disfrutar de la vida con la energía y las ganas que se merecen. Eso sí que es descabellado.


Piero Galasso

lunes, 28 de mayo de 2012

MARCA por Luc Dupont.


Siempre, en el medio de mis múltiples vidas más perrunas que felinas, me prometí que independientemente de lo bien que lo estuviera pasando, en la próxima no malgastaría ni un segundo recordando los fuegos artificiales de la noche anterior. Me juré que, cuando me entrase esa melancolía que abraza los huesos, me subiría a los tejados a hacer cualquier cosa menos permitir que mis lágrimas sean de dominio público.

Ya sabemos, compañeros de salidas nocturnas, que se terminará nuestro deambular por las esquinas abriendo las tapas de la basura en busca de una buena espina de lenguado, que uno siempre termina añorando a camaradas prematuramente jubilados. Siempre les intentamos convencer con un por los viejos tiempos, pero todo es ya aire de cenizas, y mejor no ponerse el pasado como abrigo para un lunes más bien frío. Cuando ya no tienes ases ni treses en la mano, es mejor dejar que otro se lleve las bazas poniendo la mejor de las caras posibles. Aunque tengo un problema, y es que yo sólo sé poner cara de culo ante los triunfos de otro. Yo lo hacía peor, pero con más estilo, compadre.


Por eso me meto el rabo entre las piernas y con aire de desdén me paseo las calles en medio de un silbido deshilachado que pide compañía a gritos. Voy mirando de reojo a las esquinas no vaya a ser que me encuentra en algún portal algún recuerdo olvidado al que meterle mano. Ninguno de ellos consiguió hacerme olvidar a los demás.

Tenemos pendiente la conversación sobre si merece la pena vivir sin hacerse ovillo en el pasado, si no hubiera sido mejor quedarnos mirando el mundo por la ventana de los creyentes. Nos hubiéramos evitado penas y excesos, amarguras que no nos hacen más sabios ni atractivos ante los ojos escrutadores de las señoras que habitan el mercado.

En la plaza del pueblo, donde un día me trajeron tus caderas, me permito el exceso de soñar. Soñar sueños rotos pero divertidos que me hacen recordar la segunda cosa que me prometí en mi primera vida.

Lo mejor está por venir.

Luc Dupont.

jueves, 24 de mayo de 2012

MARCA por Piero Galasso


Desplazarse por las letras regaladas sólo es algo comparable a la satisfacción de toparte con una nueva y buena persona. Aquellas que no se encuadran bajo ninguna clasificación de género sino como alguien que te provoca cuestiones relevantes para con tu transformación vital. Desaparece la sexualidad y sólo permanecen un cerebro, palabras y dientes. Vendrían a ser como el rebelde haz de luz que se cuela por una rendija en una habitación a oscuras y gracias a él , conseguimos ver el polvo con más claridad, amén de conseguir despertar la oculta policromía de la estancia.

Uno se contempla desarmado de argumentos cuando uno de estos magníficos seres decide regalarme un libro, el cual es un acto delicioso que envuelve deseo de agradar y conocimiento mutuo. Es papel y palabras e historias pero para siempre serán el papel, palabras e historias de esa persona y mías. Un libro es un lazo de unión de los sentimientos de 2 personas a través de los cuentos que un tercero escribió durante meses  casi rozando la locura obsesiva del que lleva a cabo una tarea macanuda como la de inventarse un mundo entero nuevo.

En otro tiempo y en otra época, una de las personas más completas, interesantes y fascinantes que jamás haya conocido en mi vida, llamémosla Espuma , tuvo a bien ofrecerme un libro de Boris Vian, con dedicatoria suya, no del francés, y me abrió los ojos. Cambió mi modo de ver a las personas que por h o por b azarosamente se cruzan en mi camino.

Determinadas personas emplean colores, olores o canciones para asociarlas con otras y crear así un pequeño universo entusiasta de las grandes personalidades que han marcado y todavía marcan desde la distancia. Yo los catalogo por generaciones, aunque bien podrían haber sido ciudades. De entre ellas, la generación del 27 se lleva el podio, los laureles y las fanfarrias.

Éramos unos muchachos que nos encontrábamos en el mismo momento de duda y hambre. Nos golpeamos intelectualmente eliminando comportamientos absurdos puliendo unos cerebros que necesitaban exceso en locura, genialidad, multiculturalismo y mujeres. Vivíamos la vida como se tiene que vivir cuando se tiene 20 años, de un modo desmesurado y vertiginoso aunque alguno de nosotros otorgase altas dosis de disciplina a sus puños pelados. El resultado de aquel cuarteto es el dominio de infinidad de palabras y comportamientos, un respeto que roza lo enfermizo y amistades irremplazables. Ése es mi maná y si lo comiese todos los días de mi vida sería el obeso mórbido más feliz del cementerio.

No era cuestión de discípulos ni maestros, aquel escritor cubano falló con respecto a nuestra generación, dado que éramos los folios en blanco de un escritor despistado que tenía su talento cautivo en vidrio mas no encontraba de ninguna manera el método de empujar las palabras hacia el cuello de la botella. Cuando lo logró, se nos bebieron en brindis.

De ahí a cumplir sueños y metas crecimos como la rabia del violento en tanto que las 4 esquinas de aquel cuadrado primigenio son ahora las cuatro puntas de un rectángulo geográfico repartido entre cuatro ciudades europeas. En ellas, cada uno de nosotros se encuentra haciendo lo que realmente deseaba aunque bien es cierto que desearíamos hacer lo que fuera que hiciesen los otros 3. Así, el ansía improbable de visitar la mitológica Fiorino, sucumbe ante la satisfacción de saber que los chicos están bien y que no forman parte estática en ningún muro anónimo.

Sus conquistas son mis éxitos y aquí relato gustoso los hedonistas e iconoclastas orígenes de la generación del 27 que en los cafés de la ciudad de Fiorino, dulcificaban la juventud dando tragos  entre sonrisas fugaces y noches aceleradas.


Piero Galasso