¿Qué estás buscando?¿Qué estás perdiendo?
Las letras buscan enlazarse en un conjunto decentemente organizado para buscar un mínimo sentido,sin perder gracia ni estilo por el camino, ya que eso supondría alcanzar el objetivo perdiendo los ideales; empecinarse en tener la razon sin atender al hecho de que eso realmente no le interesa a nadie. El mundo quiere divertirse. Ellos piden espectáculo, un baile de imágenes sucesivas fáciles de digerir y más todavía de olvidar. Ellos, nosotros, viven y vivimos controlados por la falsa necesidad de urgencia que la exagerada velocidad de la danza humana en las grandes urbes demuestra. Nosotros no sabemos que la aceleración significa una disminución de nuestra comprensión, que todo pasará tan deprisa ante nuestras narices que no seremos capaces de recordar nada al día siguiente. Todo se pierde en una resaca continua de hamburguesas globales y globalitarias, de miradas suplicantes no correspondidas que se pierden en el mar artificial que es una calle céntrica. Ante el gris del asfalto y sus leyes, el olfato humano debe inventarse nuevos registros urbanos para sobrevivir. Las reglas inamovibles de la naturaleza y sus obligatorias puestas de sol y subidas de marea son derrumbadas y cambiadas por prendas de materiales desechables y preservativos con sabores ligeramente afrutados que nadie se atreverá a distinguir debido a la prisa.
Carnaza. Una teta, dos tetas. Grandes tetas y mamadas memorables. Masturbaciones físicas y psíquicas dignas de mención en el controvertido diario de una joven adolescente. Hablar de penetraciones salvajes capta nuestra atención animal por unos momentos, interrumpiendo el continuo y estúpido monólogo interior que nos arrastra a la mayor de las desidias. El espectáculo es solo fuegos artificiales, cuando te aburras de lo evidente y tengas paciencia ven a verme.
Despacio.
Tan despacio que pierdes la falsa noción de aburrimiento que alguien te ha impuesto. ¿Cómo te vas a aburrir observando la vida? Con los ojos abiertos o cerrados. Con la certeza de que los valientes son aquellos que caminan y no los que gritan irritantemente para no verse obligados a oír sus mentiras.
Café. Hojas caídas y rotas. Una sonrisa sin destinatario de una mujer imperfecta. Decir algo sin sentido, sentir el miedo una mañana de repente mientras caminas hacia un trabajo. Caer en una trampa infinita en la que tus virtudes se convierten en defectos y sin embargo saber que sólo quieres bailar hasta que la luz desaparezca. Hasta que tu corazón emita un sonido peligroso. Hasta que me bajen de aquí, del trono que nunca debí abandonar. Soy el rey del mundo, todo me recuerda a una canción. Todo gira alrededor de mi obsesión. Cada vez que me enamoro de una idea un ángel viene a buscarte.
Viva la imaginación. Es mi paraíso.
Luc Dupont
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