lunes, 21 de noviembre de 2011

PENSAMIENTO por Luc Dupont

Nina siente vértigo. Cada vez que se asoma en un balcón; siempre que observa la distancia que separa a un puente del mar. Desde pequeña no le gustaron las alturas, su mayor miedo era caer al vacío desde una altura incalculable por tremenda, como ocurría en sus repetidas pesadillas.

Nina se siente sola. Hoy está enfadada consigo misma por huír de sus problemas, por dejar que los demás elijan el rumbo de su vida y no hacer nada por evitarlo. Sólo tiene diecinueve años y ya sabe que la lucha contra su timidez será una constante en su vida, tendrá que esforzarse por no aislarse de los demás y no encerrarse en la cómoda melancolía. Mientras camina sin rumbo juega a hacer ruído con las hojas secas que pisa para no olvidarse de los pequeños detalles.`` Fíjate en los pequeños detalles´´, le aconsejó un amigo, ``son los que marcan la diferencia´´. ¿La diferencia de qué? Cada día le parece estar más perdida, más abandonada a la inercia que la envuelve y la atrapa en una historia de la que desearía escapar. No sabe cuál es la razón, quizás la edad. ``Ya controlarás tus emociones´´, se dice. ``Todo pasará, tu fuerza aparecerá para enfrentarte al mundo´´. Pero espera y no aparece. A veces Nina se desespera porque se sabe diferente a los demás. Aunque no encuentra las palabras exactas que definan su diferencia, presiente que una adecuada podría ser sensibilidad. Sensibilidad para sentir cualquier cosa tan intensamente que tiembla todo su cuerpo, sensibilidad para saberse dueña de un talento enorme para la creatividad, sensibilidad para deleitarse con la belleza imperfecta de todo lo que encuentra a su paso, con esa capacidad de encontrar los colores llamativos para acercarse a ellos...Sensibilidad también para quedarse en su propia trampa muchas veces, dándole vueltas al miedo, haciéndose daño a sí misma de la manera más estúpida. Mientras otros vuelan bajo, Nina no puede distanciarse del suelo porque le duelen las alas, le duele el maldito miedo, el vértigo le engaña.

Creételo, Nina, eres la persona más especial que conozco, eres la fuerza más poderosa que he visto. Tienes esa clase y elegancia que me hace verte siempre guapa. Eres cariño y paz, eres tan extrema que me recuerdas a mí.

Siempre te voy a dar un lugar dentro de mí, siempre voy a ser valiente para entenderte.

Vuela lo más alto que puedas.

Luc Dupont
(Dedicado a la gente sensible)

1 comentario:

  1. q bonito!
    nina se llama mi perra jejeje

    podéis poner una cancion recomendada para cada texto.

    os sigo de cerca

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