jueves, 25 de junio de 2015

VOLVER por Piero Galasso

La vida se presenta como el saludo entre dos buenos amigos. Es un acto sincero y fácil. Se acercan las manos se agitan con fuerza y las energías confluyen sin más. Hola como estás y pongámonos al día. Ya no se buscan aeropuertos lejanos porque han dado paso al bar de la esquina . No necesito irme a Tailandia para ponerme moreno ni me hace falta correr por Hyde Park para sentirme en paz con mis ansias de invadir territorio desconocido. Tengo un pensamiento global  enamorándome de lo local. Si quiero visitar Francia, hablo francés con un turista de Nantes y le vendo todo lo que puedo. Se mi manca la Italia , mi italiano se pone a prueba todos los días con el dueño de la mejor pizzeria de toda Galicia. Y si quiero Inglaterra , mastico palabras en inglés con una mujer de Gales que lleva veinte años en España y sus labios me arrojan un hola tan tímido que me entran ganas  de escaparme con ella en un viaje sin vuelta ni principio por el pueblo de al lado.
El verdadero cambio está en irradiar energía y fuerza y no estar ni parecer cansado nunca. Siempre con una broma , una palabra amable y ganas de mejorar y eliminar los defectos. No me puedo vanagloriar de mis taras e intento eliminarlos poco a poco, sin volverme loco.

Además, cuido la tierra y me vuelvo un poco más disciplinado y aprendo a ser paciente.

En un pasado sólo escribía acerca de futuribles escenarios donde mi personaje podría ser feliz y ahora pinto la felicidad con la mano torpe del aprendiz que lo quiere saber todo aprendiendo del vecino,del abuelo, en resumen, de los que han creado el juego. Me he olvidado de ti y de tus manierismos y soy libre por fin , me he reconciliado conmigo mismo y ya no quiero ponerme a prueba a cada dos minutos. Sigo corriendo por la vida sin necesidad de cargar con ningún tipo de peso y afrontando cualquier cosa con una actitud enérgica y genuina.

He eliminado la estacionalidad de mi carácter y soy lo que quiero ser cada mañana.


Piero Galasso