Abstraerse significa eliminar la realidad y sus consecuencias dramáticas al tomar una decisión. Asomar por un momento la cabeza por un agujero de nuestra burbuja infantil y obsesiva donde nos encerramos para vivir; y así respirar. El miedo se encuentra dentro de esa rutina de pensamientos oxidados por la repetición. Para vencer el temor a errar nuestra dirección y poder confiar en la brújula, debemos convertirnos en otros diferentes a nosotros.
El ingenio se sube al cuadrilátero, y golpea. Sabe pelear duro y caerse, pero nadie lo puede tumbar. La imaginación siempre vuela un palmo más alto que nuestras cabezas, nadie la puede atrapar.
Los camaleones cambian de color para adaptarse. Yo cambio de piel para sobrevivir. En este baile de personalidades voy cogiendo altura y crezco con cada ocurrencia; cada mentira escupida al vacío refuerza mi disfraz de tipo cualquiera. Todas las palabras que invento para bailar contigo no valen mucho, podrían cambiarse por un pedazo de nada. El objetivo es que la espumosidad de mi champagne te emborrache pronto y no consigas distinguir las medias verdades.
Una excesiva lucidez provocaría que descubrieras un engaño bastante elegante que pretende evitar que te enamores de mis debilidades.
Luc Dupont.
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