sábado, 18 de octubre de 2014

CARTAS por James Duluth

Estoy enfermo. Lleva una maldita semana conmigo la enfermedad en el trabajo y la cotidiana tarea se vuelve homérica con este cuerpo debilitado que manejo. Me siento como la sombra de la llama. Ausente. No me importa ni el tiempo que pierdo en desplazarme por los recovecos de mi rutina. Me da igual. Sólo quiero recuperarme y flotar de nuevo. Volver a abrir los ojos y recibir esa energía que tanto añoro ahora mismo. Ni siquiera te echo en falta a ti. Me resultas insignificante. Sólo pienso en mí y hasta me da igual mi persona también. Me convierto en un egoísta incongruente y por momentos me da la sensación de que me vuelvo loco. Me duermo mezclando recuerdos vividos con situaciones que me hubiese gustado vivir y despierto con la duda de si soy yo quien crea mis sueños. Delirios de grandeza. Los perennes clavos de mi estómago se oxidan con la bilis y adelgazo a pasos agigantados. Estoy perdiendo la razón y la locura se muestra ante mí como el más razonable de los estados. Si estoy loco seré libre, me digo. Y no, por suerte, sólo estoy enfermo y si te echo de menos pero necesitaba herirte para sentirme mejor. ¿Ves? soy una persona normal.


James Duluth

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