domingo, 9 de enero de 2011

PODRIDO por Luc Dupont.

Y yo quiero autodestruirme, volar hacia esa pared, volver a nacer.

Quizás entre en un bar y me cruce con tu mirada. Puede ser que me detenga un instante, indeciso. ¿Acabo de ver una estrella fugaz?. Esos ojos son únicos, prometen un mar de electricidad y eternidad. Puede que allí esté lo que busco y evito al mismo ritmo. Pasión instántanea, conexión de pegamento; amor en polvo listo para tomar.

En mis oídos suena tu ridícula canción, en mi videoclip eres un huracán que comienza a crecer. 1Vienes corriendo hacia mi destrucción ¡ Llévate todas las posesiones que me atan a la desidia.

Quizás yo te mienta al oido y tú me invites a cenar. Debemos beber vino, debemos salir de nuestras casas y enroscarnos como caracoles, con saliva y babas que nos dejen sudar el miedo. Hazme tuyo, te hago nuestro, quiero hacer de esta noche un episodio lamentable. Ojalá mi estúpida conversación consiga que me escupas en la cara. Y me dejes solo.

Pero mañana te llamo. ¿Te apetece bajar a bailar? Podemos dar un paseo lento y tranquilo, te abro mi corazón, hoy te enseño mi piel, desnudo. Debes confiar en mí, soy un animal fiel y leal, puedo traer comida a nuestro agujero y cuidar de tí. Regalo sensibilidad, cuéntame tus secretos más inofensivos y yo no te fallaré, prometo hacerte reir y llorar. Juro que nunca nos faltará de nada. Tengo mil historias que contarte, soy capaz de enseñar mis lagrimas para que me sigas. Estaremos juntos hasta que todo termine.

Y te digo que sí, y te sonrío. Y mi apariencia desaliñada no releva mi caos interno, mi sobreestimación. Mis nervios se abren y las entrañas me piden a gritos que comience a correr. Sé reconocer un error; sé ocultarlo y taparlo bajo montones de cemento. Me agarro a frases que escuché en otra parte para no quedarme en ese silencio tan evidente. Continúo con el espectáculo, nunca supe parar. Pero la conexión se ha esfumado, la atracción ha quedado aplastada bajo tus kilos de normalidad. Sólo pedía un poco de distracción, hablar de una vida que no existe, imaginar un día cualquiera.

Por si nos volvemos a encontrar, finge que no me conoces, cruza mi mirada y sonríe tímidamente. Deja que te pregunte la hora y miénteme, por favor. Convierte las tres y media en diez y pico, mi alegría en una nube azul. Permita que te agarre del brazo y te abra la puerta de este mundo con barra y camarero. Dos cervezas. Un susurro y la canción de siempre. Si te pido un beso dime que sí, si te miento creételo. Deja que te haga el amor en público, que te toque la pierna. Vamos a pedir otra ronda de incoherencias. No me juzgues, somos libres de ahogarnos. Eres única, luminosa y eléctrica en este rincón. No me vuelvas a mencionar la realidad.

Mañana aparezco, me prometo mientras levanto la vigésima caja de pescado que va llenando este camión. Debería haberme propuesto cambiar de trabajo para poder pensar en tí sin que me acompañe este olor penetrante.

Luc Dupont.

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