lunes, 3 de enero de 2011

FUTURO por Luc Dupont.

Querido futuro hijo:

Siempre relacionamos el futuro con progreso. Aclaremos que entendemos por progreso el aumento de velocidad de los elementos,sin que ello signifique una mejora de su esencia. Yo, como mis compañeros generacionales, me imaginaba los tiempos venideros como un espectáculo de luces, fuegos artificiales, coches voladores y pastillas anti edad. Todo esto acompañado por un rechazo intrínseco hacia nuestro propio deterioro, hacia ese inevitable e intrascendente final que nos acecha; que idílicamente nos sorprenderá durmiendo a una edad avanzada; pero que estadísticamente tambien nos puede acechar mañana, en el baño, en el supermercado, en medio de una multitud o en la más absoluta soledad.
Poco a poco, sin darme cuenta, a traves de cafés, trabajos temporales y amores incompletos he ido pasando las barreras mentales de la edad. 20, 30, 40, 50, 60. Esta secuencia matemática es altamente predecible y constante. Uno más uno son dos. Ilusión más momentos de duda más escapismos de la realidad más hipoteca es igual a un año. El conjunto de diez años está compuesto por la repetición constante del mismo factor. ¿Experiencia? Un hombre que trabaja 25 años en la misma empresa, en el mismo puesto de trabajo, puede demostrar simplemente la experiencia de un año repetido veinticinco veces. Hasta la saciedad. Hasta que le salgan arrugas y pliegues a su alma de jornalero. Y aquí entra en escena el pensamiento. Un hombre puede hacer diferente su rutina si piensa, reflexiona, y por supuesto se equivoca muchas veces; y otras tantas acierta. Dos compañeros de oficina con las mismas características personales,digamos familiares, y con semejante cantidad de ingresos pueden ser dos tipos tan diferentes que podrían considerarse de planetas opuestos. La vida esta ahí fuera, hijo mío, pero si tu piel no absorbe los colores y olores que se van celebrando a tu paso, podrás dar la vuelta al mundo físicamente, pero tu cerebro y corazón permanecerán inmutables, oxidados, cerrados. Son órganos opacos que se cierran ante el rayo de luz.
Te deseo un futuro que sea el tuyo, que tenga sentido para tí. Ojalá sepas utilizar todas las máscaras en los carnavales que vamos viviendo. Pero espero que detrás de tu disfraz de hombre normal se encuentre el alma de una persona única, irrepetible. Hay que correr riesgos. Es fácil sentarse y acomodarse en el sillón de las opiniones inculcadas y los planes que otros trazaron por tí. Pero merece la pena arriesgarse a implicarse y asumir tus deberes, responsabilizarte de tu papel en este mundo. El que tú elijas. El mayor peligro es no arriesgarse, conformarse y oscurecer.
Ojalá explotes tu pasión y tu locura. Espero que te consideren un loco por andar un camino diferente al resto, el tuyo. Quizás yo no te comprenda, pero recuerda que tu vida es tuya y tú eres el jefe.

``¿Por qué estamos aquí? Seguramente no sea para vivir con miedo.´´ John Lennon.

Luc Dupont.

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