domingo, 19 de diciembre de 2010

NORMAL por Luc Dupont.

No eres una persona normal. Tus gestos te delatan, la sonrisa descubre metáforas indescifrables. Aunque un Domingo decidas vestirte de un terrícola inocente. Te identificarán entre la masa, alguien delatará tu lenguaje diferente, tu inquietud no será una buena compañera para el anonimato. Deberás encontrar una lógica aplastante o volverte un maestro del escapismo para evitar las situaciones rutinarias que se viven en los mercados de las plazas. La señora pescadera te relatará los recientes pronósticos meteorológicos mientras tú adivinas sus fantasías eróticas. Pensarás en sinónimos de desesperación si te sumerges en círculos repetitivos, quizás tus letras te impulsen hacia tu orden natural de acontecimientos: canciones bañadas en ilusiones tan brillantes que semejan irreales.
Escucha la música, cada día se reescriben los acordes y cada vez adquiere más sentido la letra, va horizontalmente hasta el final de la línea para volver a comenzar. No te tiembla el pulso ni titubeas al descifrar notas con tu violín .El público demanda repeticiones infumables y esgrime críticas que podrían ir directamente a la basura. El tipo corriente no se levanta ni esconde su dulce palabra para educarse y equivocarse, revertir la situación y contradecirse. ¿Te parece contradictorio? Si seguimos a los superhéroes nos daremos de bruces contra el muro. En todos mis ídolos y religiones encontré puntos oscuros; ningún hombre es perfecto y la oscuridad es nuestra segunda casa. Pero después de emborracharnos y fingir que somos rockstars nos caemos. Y todos nos herimos y suena el tambor, es hora de recoger las cosas, levantarse, sentir dolor en la espalda,no dejar recuerdos. Que se escapen. Los cazafantasmas han llegado para sembrar el pánico. Las tortugas abandonan su caparazón si hace frío.
Muchos días la pereza me invade, una telaraña atrapa mis ojos para ver el suelo. El otorrino sospecha que mis tapones auditivos me impiden oír el cantar de los pájaros. Mi juicio es cambiante, el invierno me paraliza. Tu fuerza natural, animal, te hace elemento extremo. Tu entusiasmo me acompaña; dicen los sabios que es necesario para caminar. Energéticamente. Espero que tu electricidad se canalice para seguir enciendendo alumbrados urbanos. La amistad puede tornarse austeridad por la escarcha, el mundo está lleno de McDonalds que perpetúan un único e inamovible escenario. Pero hay detalles que marcan pautas distintas y se enroscan debajo de una piel hecha de acero.
Que no te confundan entre las ovejas. Un león dormido vale más que este maldito rebaño. Sigue destilando estilo, creando malabarismos circenses que despisten a ojos desentrenados. Me gusta este espectáculo porque detrás del enorme talento hay verdad. Ojalá el mundo vuelva a ser de los Beatles. Matemos a Yoko Ono.

Luc Dupont

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