domingo, 5 de febrero de 2012

AGUA por Luc Dupont.

Estas zapatillas desgastadas me llevan esperando todo el día, como un perro impaciente para salir a la calle. El acto de calzármelas y ponerme el sucio pantalón de siempre es una delicia. Correr, correr, correr. Correr significa darle al "pause" de mi ansiedad e iniciar el encuentro con el camino,  conmigo. Pero...

 La nieve ha sorprendido hoy a Londres por enésima vez, y lo que prometía ser un encuentro veloz con el verde del parque se ha convertido en el triunfo de este blanco misterioso por carecer de significado. Su único sentido es el de disfrazar a una ciudad en cuento, de cambiarme a mí los planes y sorprenderme. Este helado manto se traga a la manada, a saber dónde han quedado los ejecutivos ansiosos y las miradas furtivas  que pueblan esta monstruosa city.  Esto es el purgatorio después del infierno de rutinas. Ganarse el pan de cada día será más arduo y frío debido a la congelación de los medios de transporte y de las medias de mujeres que quitan el hipo. Las inglesas son dadas a la excentricidad, y el frío les hace despojarse de sus prendas. Me pregunto si hay lugar para el amor en el blanco, si no es preciso un poco de rojo sangre para conseguir el azul del cielo. Lo que sí parece alimentar este tibio color son mis sedes artísticas, y a falta de un buen libro que me abrace, mejor tener ganas para  comerse la boca con cualquier vino barato. La cocaína también es blanca pero yo siempre fui demasiado cobarde como para ser un perfecto imbécil. 

 A cada huella que dejo en la acera de nieve pido perdón, pues no me gusta molestar ni que me molesten, ni dejar rastros innecesarios que te guíen hasta mi retahíla de complejos.  Los gatos negros se convierten hoy en elegantes y poderosas panteras que dominan este nuevo reino polar, este simulacro de fin del mundo que tanto nos pone a tí y a mí, esclavos eternos de una curiosidad innata. 

 Bájate  hasta mi rincón para hablar de cualquier cosa, nosé qué vida inventarme ya para verte, para hacerte reír con las bromas de otro. Por tí dejaría de ser yo, me moriría en cualquier esquina fría y sola para reaparecer como una nueva versión de Lo anterior. No entiendo el blanco...

 No entiendo porqué esperas tanto tú para quitarte el abrigo y permitir que el frío haga crujir tus huesos hasta hacerte fuerte y mayor. Tú no dejas de imaginarte playas y yo no paro de imaginarte en ellas, dibujada en la arena y yo mirando el mar.

Luc Dupont.

2 comentarios:

  1. Pues eso, ... y mirando al mar" Mediterráneo, en mi caso, me quedo con la mirada clavada en tí y en estas letras que quien quiera podrá leer y apreciar.

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  2. Pedro, soy aprendiz de tu ``Aprendiz de todo´´. Grande.

    Luc Dupont.

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