Era Sábado. Noche. Su razón de vivir era oler por primera vez aquel aroma masculino que la alborotaba, que la llevaba a una galaxia mucho más maravillosa que la endémica vía de la leche. Lluvia. Viento. Y sangre en las venas para alcanzar la puerta de casa y prometerse no volver jamás. Como siempre. Y como nunca se atrevía a hacerlo. Aquella idea luminosa simplemente era un rayo de sol impermanente en una tormenta eterna llamada familia no deseada. Como todas.
Escribir letras a través del teclado del ordenador para comunicarse con aquel hombre desconocido se le semejaba a dibujar las teclas del piano, a acariciarlas con las yemas de sus dedos, esas manos deseosas de ser impuras. Aquella locura cibernética se comía sus horas, sus rutinas y amistades. Como las personas hacen siempre, se enganchó de la obsesión más absurda y se vió con fuerzas de creer en un nuevo amor y sacar su apolillada inocencia del cajón de los muertos.
Mientras se vestía para la cita con el que podría ser el hombre de su vida o más bien podría ser un gañán; bailó ante el espejo una danza infinita consigo misma. Comprendía ya, a pesar de su pronta edad, que el amor es de uno solo, que aquella fuerza inhumana era pasajera y por lo cual había que bailarla, reirla y hacerle el amor hasta que todas las barcas de los románticos pescadores de su cabeza decidieran abandonar la isla de las utopías y establecer de nuevo el gris toque de queda.
A cada paso que avanzaba hacia la realidad de aquel encuentro desesperado de las nueve de la noche en un bar mal elegido, todo se iba ralentizando. Sus piernas, su corazón, su nave de regreso a las lunas de Júpiter se destrozaban en medio del mayor espectáculo de todos. La incertidumbre.
Luc Dupont.
martes, 23 de diciembre de 2014
MONA por James Duluth
Otra vez en la encrucijada. Punto de partida. Mi zona de confort se deshace cada 6 meses y me gusta y lo detesto a partes iguales. Evoluciono con el llanto y la risa como pararrayos. Soy unos de esos amantes que se recuerdan con ardor pero nunca con amor y esto es lo más triste que he escrito en mi vida. No puedo obviar el hecho de que he perdido facultades y me inclino poco a poco cruzando ese arco que me quita capas de vida y cada vez se me notan más los huesos. A veces releo lo que fui y maldigo a mi ego por tener que anteponer su dicha al bien ajeno. Maldita la importancia que le di a banalidades y necio fue el movimiento con el que aparté un podemos por un claro que puedo yo solo cojones. Mochila y café sólo. Viento y folios en blanco. Verdades sin un oído amable al que derretir con mi fuego. Lucha y último pasaje de mis memorias. Estoy expectante.
James Duluth
James Duluth
martes, 16 de diciembre de 2014
MONA por Luc Dupont.
Se acordó de aquella risa aguda que soltó su hijo cuando al chocar sus copas de vino para brindar por algo que había celebrar aquel día, se rompieron ambas, acompañando el sonido del chasquido de cristales con una desconocida risa a lo castrati.
Se acordó del empecinamiento de su hijo en preferir las letras a los goles. ``Si se pasara tanto tiempo con el balón como con esos malditos libros sería un crack´´, se decía el progenitor, inocente y temeroso de llenar su cabeza de pensamientos explosivos.
Se acordó de cuando en las fiestas del pueblo los niños cantaban aquello de ``Germán mariquita. le gustan las pililas´´. El provinciano progenitor, enfadado, les gritó a aquellos hijos de su madre que se callaran la puta boca. Pero él se la calló también porque no se atrevía a iniciar una conversación pendiente con su hijo que se iba convirtiendo en una pelota grande, enorme, que lo perseguía por todos los recovecos de su mente.
Se acordó de aquellas navidades cuando tuvo la estúpida idea de decirle a su hijo y a su mujer que debían volver a poner un árbol de navidad, que aunque el ``niño ya está grande´´, ``hay que sacar el árbol del trastero y colocar las bolas y las figuras que queráis´´. Fue allí, en medio de las risas familiares, que se cayó aquella bola dorada del árbol y Germán se agachó para recogerla. Fue ese momento. El padre bajó la mirada y su sonrisa se torció en mueca histriónica al percibir el tatuaje que tenía su hijo encima de lo puerilmente denominado hucha, y menos puerilmente la raja del culo. Hasta le pareció que aquel tatuaje del conejito de playboy le guiñaba el ojo.
Se acordó de tantas cosas y sin embargo se quedó sin aire cuando Germán soltó aquellas mágicas palabras de:
-Papá, éste es Antonio.
Luc Dupont.
miércoles, 26 de noviembre de 2014
MONA por Piero Galasso
Son las siete y treinta y nueve de la mañana. Me despierto con la carcajada de un chileno provocada por el impacto de la cabeza de una australiana contra la litera donde he dormido, con suerte, tres horas. Acompaño al chileno de nombre Armando en la mofa y de un salto me separo de Amanda, que así se llama la chica de Oceanía, y me meto en el baño compartido con toda una planta del Hostal Amarillo en esta loca ciudad que es Roma. No recuerdo nada de la noche anterior más allá del comienzo en esta misma habitación con 3 australianas( Beth, Laurie y Amanda) Armando y dos botellas de Amaro del Capo. Al mirarme en el espejo me veo en la mejilla izquierda una quemadura de cigarrillo y en la derecha un chupetón del tamaño de una mandarina y otro un poco más pequeño a la altura del pezón derecho. Parece como si alguien creyese muerto a mi pezón e intentase reanimarlo de una forma bastante cómica. En estos momentos mi novia estará pensando ya en cuantas veces le habré sido infiel y realmente sólo puedo prometerle fidelidad en mi destino final.Por el camino seré todas las canciones que me apetezca ser sin ataduras morales ni duelos internos. De todas maneras, en su cabeza ya bulle la imagen de una miniatura de mí mismo follando con cuanta mujer se me ponga por delante en Italia y no importa cuantas veces niegue la mayor, únicamente pecaré en Roma y en el trayecto del tren que me lleve a rozar con los dedos Sicilia. En Calabria seré tan fiel, permitiéndome licencias como jugar al igual que los adolescentes pero sin llegar a ser infiel con todas las de la ley , como sus habitantes al peperoncino. Entregar un poco de luz a la duda permanente hacia uno es liberador y placentero . Actualmente soy un hijo de puta en varios idiomas pero flotar hambriento durante 50 horas a lo largo y ancho de Roma es una oportunidad de ser libre en todas las esferas, que no me puedo permitir dejar de ser yo por ser el alguien de otra persona. Contemplo el reflejo en el espejo y éste me grita que tiene 23 años y cero remordimientos o resaca sólo hambre, un hambre inusitado que acelera los sentidos en una espiral de gula insondable. Me quiero comer Roma y sus piedras y cómo no tengo nada que hacer durante 36 horas preparo mi estómago para la digestión pesada de toda la belleza de siglos de historia.
Piero Galasso
Piero Galasso
viernes, 14 de noviembre de 2014
CARTAS por Piero Galasso
Año 1996. 19 35 horas .34-35 New Bond Street. Casa de subastas Sotheby´s.
En subasta 158 cartas entre el pintor y egiptólogo español Rigoberto Pértolez Moncano, autor de innumerables retratos de personalidades europeas de la época así como destacable fue su etapa como pintor al servicio de la monarquía española desde que creó " La marcha del Infante Gabriel" y fue destinatario de buena parte del mecenazgo de la misma, y Pablo 1 de Grecia.El lote data de un periodo que da comienzo el 18 de Nobiembre de 1935 y termina el 18 de Mayo de 1946 . De estas misivas se dice que contienen importante información acerca de la cultura egipcia y,según las malas lenguas, de la existencia de una relación más que de mecenazgo entre los dos caballeros. Como punto anecdótico, la última carta jamás ha sido abierta.
La puja comienza en 25.000 libras esterlinas y el lote de correspondencia es adquirido por el caballero da la tablilla con el número 29, Alexander Preytt por un precio total de 49.000 libras. El señor Preytt representa a un fondo privado de marchantes de arte especializados en recabar piezas de interés que tengan relación con Egipto y en especial con la esfinge de Gizeh. Alexander ha ido adquiriendo a cualquier precio documentos, estatuillas, periódicos y como en este caso cartas que mencionen o contengan información sobre la esfinge. Tras extender el cheque , Alexander se dirige al automóvil en marcha que le espera en la puerta del edificio con las cartas en un maletín con combinación cifrada. En el interior del automóvil una voz ,la cual el portador no reconoce, hace la siguiente pregunta:
-¿ Has abierto la última carta?
Alexander sorprendido aunque hastiado de que se dude de su honorabilidad responde con un escueto
- Como de costumbre mi intervención en estos casos es de lo más anecdótica.
- Bien , bien. Aunque, desafortunadamente( desde este momento Alexander yo no escucha nada dado que el paquidérmico chófer, Gundisalvus, se abalanza sobre él ahogándolo con sus propias manos y dándole muerte) la información que creemos contiene la carta del 18 de Mayo es de tal relevancia que no podemos dejar ningún cabo suelto. Muchas gracias por sus servicios, su familia será atendida como es habitual en estos casos. Gundisalvus , haga el favor de llevarme al 49 de la Fitzjohn´s Avenue.
Durante el trayecto y tras dar la orden, el asesino de Alexander se entretuvo pensando en que serán esos 21 gramos que pierde un cuerpo humano al fallecer. Se preguntaba si la muerte suponía el comienzo de algo nuevo en otro cuerpo y dimensión o si simplemente sería la misma repetición palmaria una y otra una y esos 21 gramos fuesen la cantidad exacta de peso que perdía un hombre durante el coito.
Una vez en destino, y antes de ingresar en el edificio el asesino de Alexander abrió el maletín, rompió el sobre de la carta y leyó lo que sigue:
Querido Pablo:
Cada día me maravillo por lo afortunado que soy de vivir en esta época. Ni siquiera la histérica temperatura de Egipto nubla mi ambición. Hemos descubierto notables diferencias en la erosión en distintas partes de la esfinge, parece como si el tallado de la cabeza fuese posterior al del cuerpo por no mencionar la más que evidente diferencia de tamaño entre las dos partes.Parece como si el cuerpo fuese mucho más antiguo y al tocarlo se deshace como si hubiese sido expuesto a recios aguaceros y temperaturas tropicales y esto es un desierto. ¡Una escultura erosionada por lluvias torrenciales en el desierto! Pero ese hallazgo no es lo más asombroso. El día 3 de Abril de este año, Amir mi mozo de carga, tropezó con un saliente que salía del suelo en la retaguardia de la impresionante estatua. Intrigado comenzó a escarbar y accedió a una pequeña cámara. Inundado de alegría acudió a mi encuentro y tras escucharle, hice que todo el personal dejase lo que estaba haciendo y nos dirigimos a comprobar el hallazgo de Amir. ¡Dios santo! Amir había descubierto la entrada a una red kilómetrica de cámaras bajo el desierto que quien sabe cuando había sido construida. Lo más impactante, lo que me ha hecho cambiar mis teorías y dudar hasta de mi condición de ser humano incluso es lo que encontré en el kilómetro 2 cuando (A partir de aquí se tachan 10 folios completos y se lee en árabe lo siguiente أبو الهول سوف تسمح أبدا سر من يكتشفها. أنك لن تمر من هنا كنت سخيف وطي !!!! قد يكون االله معك وإذا قمت بإرسال مثلي الجنس الداعر آخر للتحقيق بشأن الإمبراطورية المصرية سوف تبدأ الحرب العالمية الثالثة. وعدت بالسماح يكون سرا كما أنه كان لأكثر من 20،000 سنة، وسوف إنسانية لا معرفة عن شيء لا يمكن كشف البشر. هذه هي المرة الأخيرة.
Y con la uña del dedo índice el asesino de Alexander rascó lo que parecía ser sangre seca .
Piero Galasso
En subasta 158 cartas entre el pintor y egiptólogo español Rigoberto Pértolez Moncano, autor de innumerables retratos de personalidades europeas de la época así como destacable fue su etapa como pintor al servicio de la monarquía española desde que creó " La marcha del Infante Gabriel" y fue destinatario de buena parte del mecenazgo de la misma, y Pablo 1 de Grecia.El lote data de un periodo que da comienzo el 18 de Nobiembre de 1935 y termina el 18 de Mayo de 1946 . De estas misivas se dice que contienen importante información acerca de la cultura egipcia y,según las malas lenguas, de la existencia de una relación más que de mecenazgo entre los dos caballeros. Como punto anecdótico, la última carta jamás ha sido abierta.
La puja comienza en 25.000 libras esterlinas y el lote de correspondencia es adquirido por el caballero da la tablilla con el número 29, Alexander Preytt por un precio total de 49.000 libras. El señor Preytt representa a un fondo privado de marchantes de arte especializados en recabar piezas de interés que tengan relación con Egipto y en especial con la esfinge de Gizeh. Alexander ha ido adquiriendo a cualquier precio documentos, estatuillas, periódicos y como en este caso cartas que mencionen o contengan información sobre la esfinge. Tras extender el cheque , Alexander se dirige al automóvil en marcha que le espera en la puerta del edificio con las cartas en un maletín con combinación cifrada. En el interior del automóvil una voz ,la cual el portador no reconoce, hace la siguiente pregunta:
-¿ Has abierto la última carta?
Alexander sorprendido aunque hastiado de que se dude de su honorabilidad responde con un escueto
- Como de costumbre mi intervención en estos casos es de lo más anecdótica.
- Bien , bien. Aunque, desafortunadamente( desde este momento Alexander yo no escucha nada dado que el paquidérmico chófer, Gundisalvus, se abalanza sobre él ahogándolo con sus propias manos y dándole muerte) la información que creemos contiene la carta del 18 de Mayo es de tal relevancia que no podemos dejar ningún cabo suelto. Muchas gracias por sus servicios, su familia será atendida como es habitual en estos casos. Gundisalvus , haga el favor de llevarme al 49 de la Fitzjohn´s Avenue.
Durante el trayecto y tras dar la orden, el asesino de Alexander se entretuvo pensando en que serán esos 21 gramos que pierde un cuerpo humano al fallecer. Se preguntaba si la muerte suponía el comienzo de algo nuevo en otro cuerpo y dimensión o si simplemente sería la misma repetición palmaria una y otra una y esos 21 gramos fuesen la cantidad exacta de peso que perdía un hombre durante el coito.
Una vez en destino, y antes de ingresar en el edificio el asesino de Alexander abrió el maletín, rompió el sobre de la carta y leyó lo que sigue:
Querido Pablo:
Cada día me maravillo por lo afortunado que soy de vivir en esta época. Ni siquiera la histérica temperatura de Egipto nubla mi ambición. Hemos descubierto notables diferencias en la erosión en distintas partes de la esfinge, parece como si el tallado de la cabeza fuese posterior al del cuerpo por no mencionar la más que evidente diferencia de tamaño entre las dos partes.Parece como si el cuerpo fuese mucho más antiguo y al tocarlo se deshace como si hubiese sido expuesto a recios aguaceros y temperaturas tropicales y esto es un desierto. ¡Una escultura erosionada por lluvias torrenciales en el desierto! Pero ese hallazgo no es lo más asombroso. El día 3 de Abril de este año, Amir mi mozo de carga, tropezó con un saliente que salía del suelo en la retaguardia de la impresionante estatua. Intrigado comenzó a escarbar y accedió a una pequeña cámara. Inundado de alegría acudió a mi encuentro y tras escucharle, hice que todo el personal dejase lo que estaba haciendo y nos dirigimos a comprobar el hallazgo de Amir. ¡Dios santo! Amir había descubierto la entrada a una red kilómetrica de cámaras bajo el desierto que quien sabe cuando había sido construida. Lo más impactante, lo que me ha hecho cambiar mis teorías y dudar hasta de mi condición de ser humano incluso es lo que encontré en el kilómetro 2 cuando (A partir de aquí se tachan 10 folios completos y se lee en árabe lo siguiente أبو الهول سوف تسمح أبدا سر من يكتشفها. أنك لن تمر من هنا كنت سخيف وطي !!!! قد يكون االله معك وإذا قمت بإرسال مثلي الجنس الداعر آخر للتحقيق بشأن الإمبراطورية المصرية سوف تبدأ الحرب العالمية الثالثة. وعدت بالسماح يكون سرا كما أنه كان لأكثر من 20،000 سنة، وسوف إنسانية لا معرفة عن شيء لا يمكن كشف البشر. هذه هي المرة الأخيرة.
Y con la uña del dedo índice el asesino de Alexander rascó lo que parecía ser sangre seca .
Piero Galasso
sábado, 18 de octubre de 2014
CARTAS por James Duluth
Estoy enfermo. Lleva una maldita semana conmigo la enfermedad en el trabajo y la cotidiana tarea se vuelve homérica con este cuerpo debilitado que manejo. Me siento como la sombra de la llama. Ausente. No me importa ni el tiempo que pierdo en desplazarme por los recovecos de mi rutina. Me da igual. Sólo quiero recuperarme y flotar de nuevo. Volver a abrir los ojos y recibir esa energía que tanto añoro ahora mismo. Ni siquiera te echo en falta a ti. Me resultas insignificante. Sólo pienso en mí y hasta me da igual mi persona también. Me convierto en un egoísta incongruente y por momentos me da la sensación de que me vuelvo loco. Me duermo mezclando recuerdos vividos con situaciones que me hubiese gustado vivir y despierto con la duda de si soy yo quien crea mis sueños. Delirios de grandeza. Los perennes clavos de mi estómago se oxidan con la bilis y adelgazo a pasos agigantados. Estoy perdiendo la razón y la locura se muestra ante mí como el más razonable de los estados. Si estoy loco seré libre, me digo. Y no, por suerte, sólo estoy enfermo y si te echo de menos pero necesitaba herirte para sentirme mejor. ¿Ves? soy una persona normal.
James Duluth
James Duluth
jueves, 16 de octubre de 2014
CARTAS por Luc Dupont
Cuando nos separamos nos lo prometimos. Nada de sms, whatsapp, llamadas por skype ni una llamada normal. CARTAS. Cartas llenas de letras y vacías de sonidos durante seis meses. Esperadísimas cartas, peligrosos sobres que contenían las descargas eléctricas necesarias para reavivar a mi corazón justo cuando el tercer pitido se iba atreviendo a anunciar la muerte de mi órgano más dictatorial; ese pequeño tirano que me lleva a bandazos por territorios terriblemente curvilíneos. Yo que iba de hippster de mierda y tú que de verdad eras un caballo salvaje. Aún recuerdo cuando jugábamos a pincharnos los días con la aguja del tocadiscos. Yo era feliz porque te tenía allí delante; mi fiera preferida, en trance con aquella música. Yo estaba en trance por el amor y no comprendí que tú ya vivías enamorada del mundo desde un principio, que yo solo era un elemento más de algo mágico que provocaba tu continuo éxtasis.
A la primera carta respondí con amor. Una semana esperando por aquel delicioso regalo que paladée con paciencia y cierta auto tortura. La cogí del buzón, la posé en mi mesilla y me prometí esperar diez horas a abrirla, simplemente por el mero hecho de provocarme intenso placer evitando ese instinto de autosatisfacción, como una paja alargada con esmero. Me corrí de delicia,
La segunda carta fue un polvo con fuegos artificiales. Me contabas todas aquellas cosas fantásticas que te pasaban pero que en el fondo no eran nada comparadas a estar con mi piel, decías. Me consolaba saber que mi soledad se veía acompañada por tus pequeñas insatisfacciones en medio de la alegría constante que parecía que te había tocado vivir en la vida.
La tercera carta fue una puñalada. Ahí ya me hablabas de tu mierda de historia espiritual y de que ya no sabías si eras la misma y de que habías conectado de una manera tan auténtica con gente nueva, que tenías una nueva relación contigo misma y que estabas creciendo. Y a mí me crecían las ganas de matarme, de matarte, de dejar de gritarme que lo sabía, de dejar de beber solo.
Y tu cuarta carta fue, como me suponía, una mierda. Prefiero no comentar los costes en desperfectos físicos y morales que esa basura ha conllevado. El nombre de aquel imbécil y su ``alma libre´´ me penetró tan profundamente que desvirgaste mi inocencia.`` Toma mi polla libre´´ fue mi respuesta ebria metida en un sobre a aquel conjunto de letras con olor a estiércol. Fue justo ahí. Cuando me convertí en el capullo que soy.
Gracias.
A la primera carta respondí con amor. Una semana esperando por aquel delicioso regalo que paladée con paciencia y cierta auto tortura. La cogí del buzón, la posé en mi mesilla y me prometí esperar diez horas a abrirla, simplemente por el mero hecho de provocarme intenso placer evitando ese instinto de autosatisfacción, como una paja alargada con esmero. Me corrí de delicia,
La segunda carta fue un polvo con fuegos artificiales. Me contabas todas aquellas cosas fantásticas que te pasaban pero que en el fondo no eran nada comparadas a estar con mi piel, decías. Me consolaba saber que mi soledad se veía acompañada por tus pequeñas insatisfacciones en medio de la alegría constante que parecía que te había tocado vivir en la vida.
La tercera carta fue una puñalada. Ahí ya me hablabas de tu mierda de historia espiritual y de que ya no sabías si eras la misma y de que habías conectado de una manera tan auténtica con gente nueva, que tenías una nueva relación contigo misma y que estabas creciendo. Y a mí me crecían las ganas de matarme, de matarte, de dejar de gritarme que lo sabía, de dejar de beber solo.
Y tu cuarta carta fue, como me suponía, una mierda. Prefiero no comentar los costes en desperfectos físicos y morales que esa basura ha conllevado. El nombre de aquel imbécil y su ``alma libre´´ me penetró tan profundamente que desvirgaste mi inocencia.`` Toma mi polla libre´´ fue mi respuesta ebria metida en un sobre a aquel conjunto de letras con olor a estiércol. Fue justo ahí. Cuando me convertí en el capullo que soy.
Gracias.
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