viernes, 14 de mayo de 2010

VENTANA por Luc Dupont

En la ventana hay un viejo. Está siempre callado y mira fijamente a la calle. Quizás le dio un ataque de demencia y tiene la capacidad de concentración de un vegetal. Alomejor fue un gran hombre y ya no se acuerda de nada, no es capaz de hablar y necesita a alguien que lo bañe. También se puede considerar la opción de que sea un poeta, está observando la vida desde la barrera, él ya sabe cómo funciona el mundo y es capaz de intuir e interpretar la vida de la gente simplemente con un par de detalles, ante los cuales los demás pasamos impasibles, absortos en nuestros pensamientos imbéciles. Tiene un sombrero, como lo llevaría un gran empresario retirado que ha dirigido e influído a muchas personas de su generación, y ha contribuido con su comunidad, la cual tiene preparado entregarle proximamente el galardón de ciudadano del año. Sus ojos brillan, debe de estar recordando su vida de proletario, que comenzó en cuanto salió de su madre. Ha trabajado como un animal pero tiene la dignidad de un dios, y su sueño se ha cumplido: siempre ha habido de comer para los suyos, y los suyos han sido cualquiera que sea honesto y valiente para defender sus ideales. Está descalzo, eso es signo de marinero. Seguro que tiene el cuerpo lleno de cicatrices, y podría llenar más de 100 noches relatando sus apasionantes viajes, como buen conversador que es. ¿Y si es músico y se ha quedado sordo? Está mirando hacia todos lados, como buscando la melodía que perdió hace tiempo, y tiene la esperanza de encontrar cualquier cosa que se parezca a una canción. ¿Estará aturdido por la melancolía que le invade? ¿Tendrá el secreto de la vida guardado en la parte más secreta de sus secretos? ¿Sabrá cuanto suman 2 y 2? Es muy probable que se haya pasado su vida en una parcela muy pequeña de realidad criticando a todos los que se encuentran fuera de esa burbuja infantil. Debería darle vergüenza no haber sabido aprender a oler el mundo. O soy yo el que debe avergonzarse ante un hombre que ha vencido a las circunstancias con voluntad y sin nada en los bolsillos.Probablemente está más vivo que todos los que nos creemos que estamos aprovechando la vida, y en realidad lo que logramos es alejarnos más de lo que realmente merece ser visto,sentido o experimentado. Me doy cuenta de que estoy cayendo en un error, este tipo quizás aún tiene mucho por delante, todavía está aprendiendo cosas, está viendo lugares que desconocía, está dispuesto a cambiar sus creencias a estas alturas. Cuando le hablan siempre da la impresión de que no sabe nada. Como yo. Yo sólo sé que hay un viejo en la ventana.

Luc Dupont

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