lunes, 27 de diciembre de 2010

FUTURO por Piero Galasso

Tras un meritorio trabajo por parte de Suecia, España preside el consejo de la Unión Europea. Se antoja un año sin muchas esperanzas para los afectados por la crisis. Se puede decir que habrá una huelga general que no tendrá ningún valor dado que no ofrecerá alternativas al estancamiento. Únicamente generará destrozos provocados por los empleados rasos de compañías multinacionales contra autónomos que no pueden parar de trabajar. Sería una noticia similar a hombre muerde a perro que estos piquetes atacasen a los dueños de los bares y cafeterías que abriesen ese día. Aguantadme el piquete un segundo mientras apuro el cafetito con la última porra. Tras la huelga, los sindicatos dirán que fue un éxito y el gobierno dirá que los servicios mínimos fueron suficientes y que el país no se resintió por meros altercados, al fin y al cabo. La oposición discrepará por el motivo que ellos crean conveniente y al cabo de una semana, los informativos seguirán centrados en que ese futbolista tan simpático y en como grabó un anuncio de seguros.
Seguramente, este año tenga lugar un desastre ecológico de gran envergadura en el Golfo de Méjico. Son los efectos colaterales de los petródolares a los que ya la población parece inmune. El año anterior tuvimos ración de cambio climático para llenar el cupo de la atención medioambiental del personal. Es la primera para Obama a la cual se unirá una festividad en torno a la teina que le traerá de cabeza a largo plazo.
Si se hiciera una encuesta acerca de Haití, el 85 % de la población diría algo pasó, sí, ay ,ahora mismo no recuerdo, no me viene que rabia. Si uno pregunta un tema digamos rosa o balómpedico se encontrará con cientos, miles incluso millones de doctor honoris causa en tales temas que provocan ceñudas discusiones de larga duración en los lugares propios para debatir tales temas.
Algún presidente de gobierno morirá de trágicas consecuencias, pongamos ,por ejemplo, a Lech Kaczynski que me parece un pequeño aprendiz de tirano. Cierto día su tarjeta de embarque tendrá una muesca de lo más tétrico.Para más Inri, algún que otro polaco habrá de alegrarse.
Es terrible divagar con la idea de que ocurriese lo mismo pero con una nación más potente, provocando un revuelo planetario, o al gobierno de una nación de sangre caliente como España, Italia o Portugal. La que se armaría.
Uno mira a los gobiernos y mira a las oposiciones de esos paises y sólo se escucha a los grillos. Existe una increíble defensa a ultranza de los líderes de ambos partidos . Si uno les rebate con argumentos a los partidarios de ambas ideologías ya se le tacha a uno como enemigo cuando lo que uno proclama no es más que que lo ideal sería, primero el alumbramiento de un político honrado , y segundo, un partido con las ideas de ambos entrelazadas. Un partido que cuidase la economía y al pueblo llevando a votación popular el sueldo de los políticos, se ganaría a la masa electoral sin ningún tipo de duda. Esta coalición sería la que pregonase la idea altruista del político por amor al cargo y no a las dietas. Aunque después el sistema lo atrapase y empezase a usar ese lenguaje enrevesado y viperino que turba al pueblo, esta acción monetaria mostraría un poco de humanidad para con el electorado que sufre desde mediados de mes.

Utopías inpracticables éstas en un planeta donde es elegido hombre del año Mark Zuckerberg en lugar de Julian Assange . Ambos utilizan la misma herramienta, uno para hacernos perder el tiempo y el otro para colocar una minúscula mirilla hacia la verdad oculta de los gobiernos.


Piero Galasso.

lunes, 20 de diciembre de 2010

NORMAL por Piero Galasso

Dijo Tim Burton que , de crío, se dedicaba a realizar falsos aterrizajes de aliénigenas. Colocaba escombros de cierta manera y simulaba pisadas marcianas para espantar a los niños de su vecindario. Tras escuchar esto reflexioné por un instante sobre la candidez infantil que permite al infante creer en todo aquello que se le diga con un ápice de expresividad. Es estúpido y delicioso al mismo tiempo y cuando eso desaparece, bienvenida es la nostalgia En el mismo documental se trataba la relación de amistad entre el ínclito Burton y Johnny Depp. Según sus palabras, los dos parecían ser los únicos espectadores que tuvo la única cinta de ciencia ficción en la que participó Bogart. Una asistente de cámara que participó en la película Charlie y la fábrica de chocolate tenía que darle un aviso al director cuando éste se encontraba disertando con el actor. Una vez que se acercó, tuvo que esperar 10 minutos mientras ellos seguían con su coloquio. Al pasar el tiempo y ver que los dos interlocutores no ponían fin al coloquio y para sorpresa de ambos, la muchacha soltó entre gritos un improperio acompañado del mensaje pertinente. La chica se excusó minutos más tarde alegando que la conversación que tuvo que atender sin quererlo era ininteligible, que ambos estaban mirándose fijamente dirigiéndose infinidad de vocablos impronunciables y sin ningún significado para ella ni para cualquier filólogo de la lengua inglesa. Quiero pensar que ese escenario fue provocado por un determinado sentido del humor marxiano inalcanzable para esa pobre chica.

Al ver unas cuantas películas de Burton es obvio fijarse en los elementos que le han atormentado y maravillado al mismo tiempo. El color blanco, la infancia, la delgadez, los musicales, las cabezas de talla desorbitada y las sonrisas. En todas y cada una de sus filmes se ve un personaje sonriendo de oreja a oreja y siempre como residuo de una proposición ambigua hacia otro personaje. Una vez llegada a esta conclusión, toda película que filme este director irá directamente a la basura sin pasar por la sala del visionado dado que nunca volveré a encontrarme con una raspa como aquella.
¡Qué pescado el de aquel día!
Toda vez que decidimos terminar con un factor de nuestro tiempo que ejercía una potente atención sobre nosotros, se nos aparace una delicada sensación de vacío que es necesario llenar. Es lo mismo que cuando un artista que todavía admiramos muere. Como dijo Cortázar, una parte de nosotros muere con él. En su tiempo, él perdió a un tipo como Picasso y yo llevo escritas más de 30 líneas sobre Tim Burton. Al menos, cuando la muerte venga a visitarme, espero estar durmiendo esa noche con los zapatos puestos a ver si salto unas cuantas vallas antes de la meta.


Piero Galasso

domingo, 19 de diciembre de 2010

NORMAL por Luc Dupont.

No eres una persona normal. Tus gestos te delatan, la sonrisa descubre metáforas indescifrables. Aunque un Domingo decidas vestirte de un terrícola inocente. Te identificarán entre la masa, alguien delatará tu lenguaje diferente, tu inquietud no será una buena compañera para el anonimato. Deberás encontrar una lógica aplastante o volverte un maestro del escapismo para evitar las situaciones rutinarias que se viven en los mercados de las plazas. La señora pescadera te relatará los recientes pronósticos meteorológicos mientras tú adivinas sus fantasías eróticas. Pensarás en sinónimos de desesperación si te sumerges en círculos repetitivos, quizás tus letras te impulsen hacia tu orden natural de acontecimientos: canciones bañadas en ilusiones tan brillantes que semejan irreales.
Escucha la música, cada día se reescriben los acordes y cada vez adquiere más sentido la letra, va horizontalmente hasta el final de la línea para volver a comenzar. No te tiembla el pulso ni titubeas al descifrar notas con tu violín .El público demanda repeticiones infumables y esgrime críticas que podrían ir directamente a la basura. El tipo corriente no se levanta ni esconde su dulce palabra para educarse y equivocarse, revertir la situación y contradecirse. ¿Te parece contradictorio? Si seguimos a los superhéroes nos daremos de bruces contra el muro. En todos mis ídolos y religiones encontré puntos oscuros; ningún hombre es perfecto y la oscuridad es nuestra segunda casa. Pero después de emborracharnos y fingir que somos rockstars nos caemos. Y todos nos herimos y suena el tambor, es hora de recoger las cosas, levantarse, sentir dolor en la espalda,no dejar recuerdos. Que se escapen. Los cazafantasmas han llegado para sembrar el pánico. Las tortugas abandonan su caparazón si hace frío.
Muchos días la pereza me invade, una telaraña atrapa mis ojos para ver el suelo. El otorrino sospecha que mis tapones auditivos me impiden oír el cantar de los pájaros. Mi juicio es cambiante, el invierno me paraliza. Tu fuerza natural, animal, te hace elemento extremo. Tu entusiasmo me acompaña; dicen los sabios que es necesario para caminar. Energéticamente. Espero que tu electricidad se canalice para seguir enciendendo alumbrados urbanos. La amistad puede tornarse austeridad por la escarcha, el mundo está lleno de McDonalds que perpetúan un único e inamovible escenario. Pero hay detalles que marcan pautas distintas y se enroscan debajo de una piel hecha de acero.
Que no te confundan entre las ovejas. Un león dormido vale más que este maldito rebaño. Sigue destilando estilo, creando malabarismos circenses que despisten a ojos desentrenados. Me gusta este espectáculo porque detrás del enorme talento hay verdad. Ojalá el mundo vuelva a ser de los Beatles. Matemos a Yoko Ono.

Luc Dupont

viernes, 17 de diciembre de 2010

CALLE por Luc Dupont

Los hormigueros son construídos con perseverancia y horas de trabajo. En la construcción del hormiguero se tendrá en cuenta la posibilidad de establecer conexiones funcionales que faciliten la vida de sus habitantes. A través de túneles y caminos se permitirá el deplazamiento de los individuos; la actividad comercial de alimentos y útiles de aseo; así como también la potenciación de la tan necesaria vida social y ociosa. Cada hormiguero será propiedad de una colonia o supercolonia, viéndose afectado éste por el tamaño de la misma. Así, la importancia económica del hormiguero se verá claramente influída por tres factores: su densidad de población, su renta per cápita, y su atractivo turístico. Los hormigueros serán divididos en dos grupos claramente diferenciados: los individualistas y los grupales. En el primer tipo se encuadran aquellos en los que el individuo gozará de libertades y derechos, será juzgado independientemente de la masa, aunque las tendencias de ésta le arrastrarán a un fenómeno de copia y pega. En el segundo grupo, el conjunto de la sociedad será lo capital y fundamental, relegando al individuo a ser simplemente una pieza del engranaje. En los últimos tiempos hemos observado la proliferación de nuevas tendencias filosóficas que reabren el infinito debate sobre si un solo individuo puede influir en la opinión de la sociedad; aunque las conclusiones todavía no son definitivas.
En este ejercicio de investigación hemos elegido un hormiguero importante en cuanto a tamaño, renta per cápita y atractivo turístico; perteneciente a la vertiente individualista. Como herramienta de trabajo nos valemos de una lupa para observar con claridad la actividad. Debemos aclarar que el cristal de la lupa no ha sido distorsionado en ningún momento, no trabajamos con ningun tipo de material opaco ni polarizado. Dentro del entorno nos hemos centrado en la vía más transitada, siendo en este caso una calle. Posponemos el análisis de avenidas, plazas y caminos para futuros episodios

3:00 PM Gran Vía, Madrid

Una masa ingente se desplaza en todas las direcciones posibles a una velocidad constante. Los transeúntes más lentos dificultan el conjunto de la actividad, formando en muchas ocasiones un tapón que al deshacerse provoca la súbita aparición de vida, semejando una arteria que, tras ser presionada durante unos segundos, escupe la sangre almacenada en su interior.
La masa no presenta diferencias. No se observa la presencia de las temibles hormigas rojas, siempre dispuestas a provocar disturbios; irascibles, potencialmente peligrosas. El gobierno las tiene claramente identificadas para controlar sus contagiosos brotes de pensamiento independiente
Solamente observamos la presencia de un par de abejas reinas que se pasean despistadas, ignorando que los individuos que las acompañan en este desfile descoordinado desean acecharlas, devorarlas, trocearlas.
Debemos resaltar la ausencia de luces navideñas en la vía; así como las escasas sonrisas de las señoras hormigas, preocupadas por el devenir económico.
Quizás este año se debería adelantar el baile organizado.

Luc Dupont

martes, 14 de diciembre de 2010

CALLE por Piero Galasso

Ochocientos cuarenta y uno son los adoquines que componen la acera que tengo enfrente a la ventana de mi salón de estar. Una panadería, dos portales, y una pequeña mercería. La panadería la regenta Mario, su mujer Lola y en ella colaboran los hijos Juan y Luciano. Siempre me despiertan éstos cuando salen a fumar un cigarrillo tras meter la última hornada al horno. Al parecer, la novia de Juan , Sandra, le trae de cabeza y su sutil hermano no cesa en bromear sobre el tema para escarnio del apenado primogénito. El único fin que mueve a Luciano a la afrenta contra su hermano es la autorepresión que se inflige para ocultar una homosexualidad que lucha por extirpar. Su baza es reirse de una posible desgracia ajena para no contemplarse a sí mismo como un pobre diablo infiel a sus propios deseos. El establecimiento abre a las 7:30 en punto cada mañana. A las 7:55 la dueña de la mercería, la señora Natividad, acude a comprar su brioche y su media chapata para el almuerzo y posterior comida. Es una señora a medio camino entre la escatología y el recuerdo de una belleza atemporal que poco a poco pierde tal condición. Su mirada eclipsa el movimiento y sus finos ademanes provocan indecentes proposiciones entre los caballeros que se descubren ante ella. Se antoja cuanto menos extraña la ingente afluencia de caballeros a un establecimiento de venta de botones, cremalleras y demás remiendos al por menor. Contemplo ante mí la mercería más pujante de todo Madrid , aún sin perder ni un ápice de la autenticidad de un pequeño comercio. La loable señora que la dirige no quiere medrar. Sus hijos , enfermos de fiebre de oro, emigraron allende los mares para forjarse un porvenir baldeando ríos. De cuando en vez , llegan misivas que relatan las magnificencias de un lugar llamado California y las alegrías que les provoca un líquido negro llamado petróleo. Por extraño que parezca, la tinta que en las Américas utilizan tiene una textura diferente a la que aquí empleamos y , más deplorable aún, tiene un hediondo olor que perdura por días en la pequeña mercería para escándalo de las clientas. No así para con los señores, dado que no es de caballero respetable el quejarse por tal insignificancia cuando uno está congelado en el tiempo debido al mirar de una antigua reina de la belleza. La visitan mucho los señores que habitan las diversas viviendas ubicadas tras las puertas de los dos portales. Cuentan con los números 75 y 77. Tan sólo hay cuatro viviendas por portal en las que habitan: Los matrimonios Rocasolano Pérez, García Rodeño, Torrezno Peláez, Barílez Andrade e Infante Aragón. Además de la bailarina Sandra Delón, el violinista francés Pascal Bresteau y el escritor deslenguado Rodrigo Ruipérez de Llanos. La relación entre ellos se sujeta por la cortesía y la educación y sólo ampara un único punto en común, que no es otro que un odio cavernario hacia el famélico juntaletras. Dicho individuo se hizo colocar el de delante de Llanos para aparentar ser poseedor de rango abolengo cuando no es más que un truhán que obtuvo un sucedáneo de éxito en los teatros con un par de aceptables sainetes y malvive engañando a unas cuantas actrices que embelesa con su verbo endemoniado e ingrávido.
Los señores que beben de las mieles del lupanar Matrimonio otorgan gracia a sus vidas incomodando a Doña Natividad con abominables confesiones . De estas proposiciones ella toma partido ofreciendo botones en lugar de calabazas pero que ostentan el mismo significado. Las señoras compran por necesidad en el lugar donde sus maridos lo hacen por una gula irreal que no les provoca más que una comunitaria y dolorosas desazón. El peor parado fue Alonso Rocasolano Díaz quien al no conseguir los favores de Doña Natividad la amenazó con cortarse el pulgar de la mano izquierda. Ahora conoce de la importancia del dominio del pulgar para los seres humanos y la extraña al cincuenta por ciento. Los vecinos todavía recuerdan al pobre infeliz tras tan triste pérdida aullar de dolor y recibir los desaforados bolsazos de su señora esposa.

El bullicio de la calle Desquite les ha sido transmitido por un lisiado de nombre Arturo Lombardo Cuíña, natural de Muros, y el considerar invención o realidad esta prosa que aquí descansa depende única y exclusivamente de ustedes.


Piero Galasso

jueves, 2 de diciembre de 2010

OPTIMISMO por Luc Dupont

En el colegio dicen que tengo demasiada imaginación, que soy una niña que no se concentra y parece, según sus palabras, ``desinteresada en entablar relaciones con otros compañeros´´. A mí mis compañeros me caen bien, de hecho Marta es mi mejor amiga y a veces voy a su casa los viernes por la tarde. La madre de Marta es muy cariñosa y siempre nos prepara la merienda. Pasamos la tarde juntas y jugamos a que somos mayores y trabajamos; entonces nos ponemos serias para imitar a la gente que es mayor, pero siempre se nos escapa la risa. No puedo evitar reírme cuando Marta me mira con esa cara, ¡es tan graciosa!

Pero tambien me lo paso bien sola. De hecho, menos los viernes, casi siempre estoy sola en casa. Mantengo interesantes conversaciones con mis juguetes, aunque hay algunos más interesantes que otros; no voy a mentir, odio al pequeño leoncito que siempre quiere tener la razón. Pero creo que lo importante es tratarlos bien y darles cariño para que puedan ser felices. Me he dado cuenta de que ellos están más contentos si les acaricio, los miro y los trato con respeto. Así ellos están más cómodos y es entonces cuando las conversaciones se vuelven más interesantes y podemos discutir sobre el amor, el mar o cuántos planetas existen.
Ayer no hablé con mis muñecos. Por la tarde estaba en mi habitación y oí ruidos fuera. Desde mi ventana pude ver cómo mi madre gritaba el nombre de mi padre. Parecía enfadada. Llevaba puesto ese abrigo blanco que tanto le gusta. Comenzó a golpear el coche mientras seguía llamando a mi padre. Él apareció y le dio varias bofetadas y ella lloraba y lanzaba cosas contra la casa. En estas tardes, cuando veo a mis padres desde mi ventana, siempre suena en mi cabeza una canción suave que me abstrae y me calma. Cuando empieza a sonar yo sigo en el mismo lugar, pero mi mente se imagina otros países y personas diferentes.
En el colegio dicen que tengo demasiada imaginación, pero yo estoy segura de que esta melodía que nace en mi cabeza me va a permitir jugar a que soy grande.

Luc Dupont

martes, 30 de noviembre de 2010

OPTIMISMO por Piero Galasso

No puedo mostrar un ápice de tranquilidad. Algo desconocido se me viene encima y no sé que es lo que tengo que hacer. Estoy totalmente a expensas de las situaciones futuras. Nadie me va dar verdaderas pautas. Por esta senda no hay señales. Miento. Existen las señales que las voces te colocan. Como cuando de repente, escucho a Bach de una forma tan nítida que parece que alguien esté interesado en que yo lo escuche. Me vuelvo loco sin saber si esos sonidos los provoca mi cerebro o son externos. Luego tenemos esas personas que hablan y hablan y hablan pero yo no escucho, no te puedo escuchar , lo siento. No es mala educación. Tu estás en una dimensión ya natural para ti y yo me encuentro peregrinando, inmerso en mi éxodo hasta el piramidal lugar donde tu, privilegiado, ya has catado maná. Estoy viviendo la soledad del que no sabe, el patetismo de las cien mil preguntas que yo mismo he de dar caza con mis respuestas. Éstas deberían surgir internamente pero estoy tan condenadamente asustado que no me centro más que en mi desvelo. Me pregunto si habrá más pensamientos como los míos encima de los ojos de otros individuos. Imagino que si. Soy novato. Soy persona fresca. Soy lo que las coincidencias moldeen. Soy libreta bajo el plástico guardián.¿Perderé parte de lo que tengo ahora?.

Por supuesto, atrás quedará mi libertad y mis deliciosos momentos de silencio donde lo que más me preocupaba era ver como iba dejando de ser joven para serlo menos. ¿Serán estos los últimos momentos como el ser humano que soy ahora mismo?. ¿Es ésta la carta de despido a mi forma de actuar presente? .¿Se produce hoy la demolición de mi fachada?. Si alguna vez creí haber experimentado el miedo verdadero, confieso que pequé en la exageración.

Algo sobrenatural está empujándome a ir hacia delante y al ver llegar el momento desconocido empiezo a contradecirme. Esa fuerza lo hace con una insistencia y un tesón que me obliga a ir hacia adelante. No soy dueño de mis actos. Primera diferencia. Ya estoy empezando a sentir nuevos contactos, me estoy imaginando explorando con mis sentidos la novedad de la experiencia. Separo mis labios y río. Nervioso. No intento aferrarme a mi situación actual, quiero saber adonde estoy siendo transportado. Reconozco que se me cruzó por unos momentos esquivar la realidad, no afrontarla como el hombre en que habré de convertirme. Débiles somos todos, no me juzguen. El momento se acerca y no lloro porque no sé o se me he olvidado. Es el momento de saber de una vez por todas a donde me lleva esa bienaventurada fuerza... Y ,entonces, alguien golpea mis nalgas y aprendo a llorar. Y ,entonces, lo veo salir tan hermoso del vientre de mi mujer y aprendo a llorar. Ahora sí, de verdad.


Piero Galasso

domingo, 28 de noviembre de 2010

MENTIRA por Piero Galasso

¿Harto de sentirse encerrado en un cuerpo que no es el suyo?. ¿Cansado de verse en el espejo y no reconocer en ese ser la lozanía de antaño?¿ Dolido con la naturaleza por no haberle aportado ese torso apolíneo con el cual ser el Adonis que toda mujer busca?. ¿Deseoso de saber como sería su vida si tuviese el rostro perfecto?. ¿ Esta usted hasta las narices de ser considerada un elemento perturbador de la belleza imperante en su vecindario?
Le comunicamos que puede congratularse por su suerte. ¡Sus plegarias han sido escuchadas! En el Instituto por la Nueva Vida le ofrecemos un catálogo repleto de múltiples opciones con las que usted se sentirá como siempre quiso! Además de la cirugía...

No es necesario que siga leyendo. Este anuncio se pasa 35 veces al día aleatoriamente en 3 emisoras distintas del Reino de España. La duración del mismo depende en función de la franja horaria en la que se emite. En la mañana se pasa el de más larga duración, al mediodía el mediano y por la noche tiene lugar el más corto debido al elevado precio de la nocturnidad .Ante absurdo de tal calibre unos cuantos ciudadanos han optado por alzar su voz en contra de tamaña estupidez. Han llevado a cabo diversas acciones con el fin de erradicar dicho anuncio que consideran ofensivo hacia la integridad de un gran número de personas. Todos sabemos que siempre habrá un defensor del topo gigante moribundo del bajo amazonas o una Asociación de Amigos Asociados de los Amigos de las Asociaciones (5A). Una vez entrevistados los artífices del mismo estos son los distintos Target groups a los que apunta:

-Necios aprendices de vividores reconvertidos en liberales condescendientes.
-Suplantadores de identidades y amantes del ladrocinio
-Capitanes de balleneros con ambas piernas y rostros curtidos por mil y una tempesatades.
-Rejoneadores sin sentido del ritmo.
-Pelirrojos hartos de ser considerados díscolos por el color de sus cabellos.


Todos ellos son parte de la sociedad y seguramente ellos viven una realidad que dista mucho de la que ellos idearon alguna vez en su quijotera. De pre-púberes querían ser como los que salían en las películas de las ochenta con sus personajes de fábula y muchachas que sólo requieren menos dioptrías para mostrarse estupendas ante el abigarrado galán de turno. Los ciudadadanos que nos adscribimos a esta carta-demanda pedimos que se respete a estas personas como se respetan a los orgullosos poseedores de mostacho con tirabuzón y a los amantes bandidos del escualo de Singapur.
Además, queremos que no se les llame esquimales a los hinuit dado que significa comedores de carne cruda. Aunque eso no viene al caso.


Piero Galasso

miércoles, 24 de noviembre de 2010

MENTIRA por Luc Dupont.

Cultura ardiente; eres un cuchillo bien afilado, el arma más poderosa con la que degollaremos las cabezas de los descerebrados.
Hoy podemos hacer lo que te apetezca. Podemos dar un paseo y encontrar temas de conversación, hablar de temas banales. Fingir que nos soportamos mutuamente, esperar que el reloj nos separe. Esta luz no te favorece, cariño. Déjame cerrar los ojos y soñar un poco.
Hoy podemos montar una revolucion afrancesada con tintes de capitalismo americano ,encajar piezas de Lego hasta lograr una forma fálica que sostenga el sistema en crisis y penetre nuestros cerebros hasta convertirnos en zombies. Con nuestra lengua muerta distinguiremos el sabor a vinazo español; duro y seco, el martillo de la lógica televisiva aplastará tus talentos escondidos, los clavos entran bien a la fuerza, intoxican a tus sueños con metal. Un golpe potente, poderoso, nadie hablará ni se quejará.
He aquí un cuadro impresionante e impresionista sobre el ocaso de la sociedad perfecta. Aquí podemos distinguir números incomprensibles que provocaron la supuesta crisis económica. En la parte superior aparecen personas indiferentes y ajenas al acontecimiento, absortos en lo que ellos llamaban ``el ocio´´. En el centro del cuadro aparece un interrogante. Esto nos hace pensar en un posible conflicto entre sociedad y ciudadanos no resuelto.
No entiendo las metáforas sobre el sueño trascendental representadas en las expresiones faciales; cojamos un cubo de pintura azul e impregnemos todo de viscosidad, así me entenderán. Llegarán a ver la luz y comprenderán la vulgaridad de mi alma urbana. El ingenio es un juego, el lenguaje un utensilio, el esperpento mi objetivo.
Bienvenidos a mi circo personal, señores, tomen asiento. Las mujeres están bien hermosas hoy; con un poco de ron enciendo la noche, derrochemos energía furtiva e inútil, el mandamiento religioso se basa en la repetición de nuestros pecados, a través del vicio nos nacerán alas para volar por el barro; cuando me sacuda os mancharé, ensuciaré el hogar familiar. Yo soy el que llego en navidad convertido en un gordo peligroso, obsceno como un regalo erótico; la anarquía es mi último derecho. El rey se puso contento viendo ese par de tetas, erección de majestad, distinguida excelencia. Le pondremos la corona al primer vagabundo que encontremos; brincando y embriagados nos deslizamos hacia el imaginario infantil, los cuentos populares encierran demencias cotidianas. Encontraremos una prostituta digna de este rey tuerto. El día de la boda real nos ducharemos, aseados semejamos gente decente, gracias por la invitación, que bien está la novia, cómo sube el vino, me quito la corbata; déjeme bailar con su mujer. Las manos ganan vida autónoma, esas nalgas no las quise yo tocar, ese episodio lo quisiera yo olvidar y repetir.
Mis padres me esperaban con la mano caliente por mis notas escolares; las asignaturas se pusieron complicadas, mi comportamiento fue declarado subversivo. Cómprenme todo lo que me merezco, prometo ser el consumidor más fiel de la industria. Cumpliré con todo el pack: bautizo, comunión y boda indigna pero católica con un travesti de esos que asustan por la noche. Se llama Antonio, usted ya lo conoce señor cura. Y no me quejaré ni hablaré, me comportaré como un ciudadano medio sin opinión ni fundamento. Permítame aprovechar este momento de unión y moralidad para ladrar en alto que el arte es mentira.

Luc Dupont

sábado, 20 de noviembre de 2010

OCASO por Luc Dupont

Se murió.
Mi hermano no era un tipo muy listo; se creía intocable en un planeta de miedo y humo. Lo peor de todo es que no tenía dos dedos de frente para saber que toda aquella nube de dinero, de pequeñas chapuzas y de meterse en la mierda cada vez más putrefacta para tener pasta, se acabaría. Quizás no se daba cuenta de que algún día le joderían porque nunca había olido nada diferente; desde pequeño aprendió a base de hostias y su corazón se quedó tan cerrado que desde los 14 años necesitaba drogarse porque no era capaz de afrontar la realidad. Pero tuvo que afrontar la muerte un mes de septiembre en medio de uno de los muchos errores que cometió cada día de su vida.
Ver el cadáver de tu hermano es duro.
Ver su cuerpo muerto y no sentir nada es todavía peor. Ese conjunto inerte me causa la misma emoción que una alfombra.
Puede que me parezca mucho a mi hermano; a mí también me han dado más golpes que abrazos, pero yo he crecido viéndolo a él, y eso me ha servido para aprender dos cosas: que es patético creerte que eres algo importante cuando no tienes donde caerte muerto, y que no se puede vivir echándole la culpa de lo que eres al entorno y a las circunstancias que te rodean. Para poder volar hay que tener alas, imaginación, y ser más listo que el hambre. Y tener cojones, claro. Puede que yo sea un bicho raro que no ha descubierto a qué especie pertenece. Pero no he dejado ni un segundo de pensar que estar vivo significa caminar, y ese camino lleva un letrero bien grande que indica DIGNIDAD. No me atrae sentirme poderoso ni ya tan siquiera me despiertan curiosidad las drogas. Consideraría que una de las estúpidas razones por las que mi hermano se convirtió en drogadicto fue la curiosidad. Adrenalina. ¡Inútil! ¿Porqué decidiste pudrirte en una esquina?
La familia no la elegimos. No nos elige. Pero nos perseguimos hasta el último suspiro de nuestras vidas, nos atormentamos mutuamente, nos amargamos la vida si es necesario para mantener el vínculo. Pero puedes devolver el carnet de socio.
Creo que no sentir nada por la muerte de un hermano puede ser normal.
Quiero convencerme de que esto es humano.

Luc Dupont.

jueves, 18 de noviembre de 2010

OCASO por Piero Galasso

Una tarde noche del año 1936 paseando por la Gran vía del brazo de tu madre, entonces pizpireta joven dama, vi algo que me ha marcado para toda la vida y que no me entra en la cabeza como pude haber sido el único en verlo. Nadie de entre mi círculo de amistades, conocidos y desconocidos dirigió sus esferas de verdad hacia aquel fascinante destello. Serían las seis y media o siete de la tarde, lo recuerdo porque aquella joven Remedios remataba la faena a esa hora en el taller de costureras de la Vía. Nos dirigíamos a cruzar la vía de ferrocarril que separaba a Neptuno de Apollo . Entonces aquella horrenda cicatriz curvada nos privaba de luz, felicidad y sosiego a los que admiramos al primero. Tu madre comentaba cualquier cosa sobre trazos, cortes y confección cuando mi retina capturó un momento que me hizo ser quien soy. No tuvo una duración mayor de tres o cuatro segundos pero me aportó una sensación totalmente desconocida y excitante. Tú , Lorena y Saúl venís de ese fogonazo de atención que me espabiló y me hizo colocar todos mis activos vitales en frente de mi nariz y darles a cada uno la mejor salida posible. Como dije, nadie se percató de dicha divinidad en forma de luz. Fue como si todas mis dudas quedasen respuestas por un haz de luz. Incomprensible pero es lo que me ocurrió. No me ha ido mal. En cierto modo, cuando recapitulo acerca de mis éxitos y conquistas, me invaden pensamientos que me califican de oportunista. No está mal que eso suceda porque nadie nunca se ha metido conmigo, ni me ha entorpecido mi camino,ni nada. Y todo viene de aquel foco irreal. Como te habrás imaginado, transcurrido un tiempo de aquella noche milagrosa, regrese al mismo punto y a la exacta misma hora, engañando a tu madre para que cerrara el taller, que ya regentaba, a la misma hora que el día primigenio. Allí seguía aquel haz estático, dándome virtudes y eliminando toda maldad o defecto. Allí continuaba bajo su manto de invisibilidad sólo abierto para mis ojo. Aquel día no pudo ser. Al recibir nuevas, digamos, pautas , que no son pautas, dejémoslo en veredas, me mantuvo ocupado hasta la semana pasada que volví de nuevo. Estuve ocupado en mis negocios, en que no os descarriaseis y en tu madre, en hacerla sentir la mujer más especial a cada segundo que respira. Por pura casualidad, crucé esa calle de nuevo en el coche de empresa, en ese mismo instante. Y decidí acercarme por primera vez en mi vida a la fuente de mi felicidad. Por supuesto, el paso de los años hizo mella en los alrededores de la luz pero la dichosa luz allí seguía , eso sí, sin la fuerza de antaño, apuntándome. Pregunté. Silencio. Me encogí de hombros y me dirigí al coche y de repente,tras un pequeño estruendo, apareció la oscuridad. Extrañado, volví mis pasos y encontré una diminuta criatura que blandía un espejo de dospordos centímetros. Balbuceaba algo y acerqué mis oídos a su nimia boca a la cual hubo acercado un minimegáfono y dijo:

Es hora de que nos vayamos Juan. Lo hemos hecho bien salvando las distancias y nadie se ha enterado pero si algún día ocurriese...

Se esfumó entre mis dedos que ya sólo conservaban el mini-megáfono. Aturdido, he vuelto a mi estudio, cogí pluma y papel y te he escrito esta carta hijo mío, pidiendo tu perdón. No sufras por este pobre viejo que hoy se ha visto en la tesitura de comprobar que ha sido un mero instrumento movido por un marionetista de 7 centímetros de alto. Sabía que algo ocurrió aquella tarde-noche pero siempre lo tuve por arrojo personal al fin y al cabo. No podía estar más equivocado.


Piero Galasso

viernes, 12 de noviembre de 2010

LLUVIA por Piero Galasso

Lluvia Ruipérez Olego , nacida el 23 de Marzo de 1897 en una minúscula aldea del Baix Llobregat. Ya desde pequeña destacaba por sus dotes artísticas dejando en el imaginario de los habitantes de Guixols un recuerdo inquebrantable. Fascinantes relatos fluían sobre su persona en los cuales se alababa la creatividad de una niña sin igual, una niña excepcional. Lluvia tenía un don con los instrumentos musicales y despuntaba tanto en baile como danza. Tenía una alucinante memoria fotográfica y reproducía todo aquello que veía ante sus ojos con una habilidad pasmosa. A los 13 años ofreció un recital de música , danza y baile dirigido e interpretado por ella misma para el asombro de su numeroso público. Tras el recital, se reunieron en conversación el sacerdote del pueblo, Don Anastasio, el sargento de la Guardia Civil, Don Ceferino, y el Alcalde , Don Servando. Entre los tres , y dada la condición de hombres fuertes y de sociedad que tenían por ser de los pocos no analfabetos, acordaron otorgar a Lluvia la posibilidad de ir a estudiar Artes a una gran urbe industrial como lo era la Barcelona de comienzos del siglo XX.
La familia de Lluvia dudó, racionalmente, ante la ofrenda altruista de los poderosos de la localidad. Creían que deberían pagar con esfuerzo y sangre ese presumible acto de mecenazgo que ellos consideraban un verdadero impuesto. Lluvia, muy entera a sus 13 años y medio, se dirigió a sus progenitores y les espetó:

- Padres míos, si eso les ocurriese no duden que les proporcionaré el dinero necesario como para comprarse una aldea en cualquier región del mundo. No lo duden por un instante.

Lluvia se subió al carromato que la llevaría a su El Dorado particular con lágrimas en los ojos y la harapienta maleta rellena de única y exclusivamente una cosa, certeza. Certeza de que la vida le iba a sonreír.
Ya en las aulas, rápidamente se convirtió en el pasmo de la sociedad catalana. Sus dotes y conocimientos aumentaban a velocidad vertiginosa y parecía que no hubiese instrumento, tipo de baile o nota musical que no amaestrase y dominase a las pocas horas. A sus 16 añitos había creado una compañía de teatro, Alucinario, en la que pudo desarrollar sus dotes escénicas y para la que se dotó de alumnos y ex-alumnos de su escuela de arte. Todo el mundo la quería y admiraba. Incrementó la capacidad económica de su familia y devolvió cada céntimo prestado por sus tres mecenas. Aún con todos los halagos y las lisonjas, Lluvia se sentía tiburón en pecera. Lluvia comenzaba a mirar hacia Europa. Su nombre sería conocido en todo el mundo.

Su etapa parisina comenzó con dudas, accidentes ferroviarios, robos de instrumentos, amantes desconsolados implorándole su mano en matrimonio,etc. Nada podía perturbar la mente de Lluvia. Iba a conseguir su objetivo. Y así lo hizo. Conquistó los teatros y auditorios de las grandes ciudades europeas y mundiales asombrando al mundo con su apasionante espectáculo.

Aprendió francés, italiano, ruso, alemán para al final dominar un montante de 19 lenguas. Su compañía crecía y crecía . Pasó a llamarla El Circo del Sol debido a una megalómana comparación con Felipe II. Y se podría decir que su imperio gozó de mayor salud que el del ínclito monarca español. Nada parecía irle mal a nuestra protagonista.

Las ansias de grandeza de Lluvia comenzaron a pasarle factura. Se decía por los corrillos de medio mundo que buscaba introducirse en la anquilosada burguesía parisina de manera desesperada. París sería su base de operaciones. Estos ecos de grandeza llegaron a oídos de un menudo y relamido hombrecillo , el Barón Lion Chatelet. Las crónicas de sociedad de la época hablaban de él como de un Don Juan redomado. Las mujeres no se resistían a los encantos de este mujeriego que utilizaba a sus víctimas cual versión masculina de la viuda negra. Y Lluvia Ruipérez Olego no fue excepción.
Así, tras una semana de amores escondidos, el Barón logró su objetivo, casarse con mujer de tamaña importancia. A estas alturas de su vida, Lluvia exudaba felicidad y empezó a descuidar la dirección de su magnífica empresa. Enamorada hasta el tuétano firmaba cualquier papel que el Barón deslizaba ante los ojos de ella. Este inmundo ser codiciaba la empresa hasta que tras un año de engaños y documentos rubricados, pasó a ser el único dueño de la compañía, a la cual cambió el nombre. Ahora se llamaría Cirque du Soleil.

Lluvia, una vez se dió cuenta del engaño, cayó terriblemente enferma. Unos decían por cólera, otros tuberculosis, otros neumonía pero la verdad era de pena. La pobre Lluvia moría,abandonada, un 5 de Noviembre de 1937, a los 40 años de edad. Nadie acudió a su entierro. El barón hizo lo posible por dilapidar el buen nombre de Lluvia y borrar su recuerdo. Esta es la historia de una de las mentes más preclaras y fascinantes del siglo XX que sólo cedió terreno una vez, la cual fue suficiente para destruirla.


Piero Galasso

jueves, 11 de noviembre de 2010

LLUVIA por Luc Dupont

Hay una lluvia que moja a los viandantes. Hay una molesta y repetitiva lluvia que llena de charcos los vacíos y estropea los zapatos hechos para caminar. Maldita lluvia. Ayer me gustabas, me enamoré de tu oscuridad, de tu capacidad para llenar el día de melancolía, detener el tiempo y crear un espacio irreal donde los colores no cambian, sólo existe el dulce gris impersonal que nos permite confundirnos en las calles y esconder nuestra mediocridad personal e intermitente. Todos somos uno, el mismo individuo normal y aburrido, ocupado con un millón de citas ineludibles a las que acudir más veloz que un rayo. Si alguien nos fotografiase hoy desde un tejado, el objetivo del sujeto captaría una danza de paraguas y zapatos; sin caras ni expresión. Una instantánea perfecta para la próxima exposición de Nueva York, tan perfecta e impersonal, lo más cool del momento, oye.
Pero hoy no me trago estas gotas insípidas que llegan a mi boca cada vez que bostezo. Puto paraguas, aquí nos separamos. Hundo mis pies en el charco más asqueroso y me quedo mirando hacia el cielo, a ver si el magnífico Dios de las tinieblas se enerva y me castiga con un festival de tormentas. A mí no me engañas, pequeño dictador, esto no es lo mejor que puedes hacer. Te has vuelto un aburrido, mójame de verdad, haz que este agua traspase mi piel y no pueda volver a ser el mismo. Desde que Júpiter se fue con su poderoso rayo a los infiernos no ocurre nada interesante, sólo lloviznas insulsas; los viejos graznan que esto ya no es lo que eera. Y tienen toda la razón, señores. Si yo fuese Noe habría vendido las mejores maderas de mi barcaza y me hubiese oxidado entre whiskies y putas.
Yo no soy Noe y debo admitir que me he pasado tardes viendo la lluvia desde mi ventanaa, alejado del mundo, separado por mi muro de complejos y soberbia, anhelando que el pasado volviese a llamar a mi puerta; que mis sueños infantiles se convirtiesen en una fábula interminable. Pero sentado en mi silla mis huesos no temblaron, ese suave goteo incesante no bastó para convencerme de que la desidia es una forma de vida. Sólo me acomodé en mi propia aussencia y me permití no aspirar a más. No soñar, no sufrir.
Mi silla se rompió y tuve que levantarme. Recuperé mi chubasquero y me adentré por uno de esos callejones que sólo existen en mi imaginación. El agua me encogió y me hizo diminuto; tuve que luchar con mi inexistente fuerza para evitar que las enormes pisadas me aplastasen. Los charcos se tornaron lagos. Y me encontré con cientos de seres diminutos deslomándose por sobrevivir; por no ahogarse en el anonimato. Encontré en los ojos de esos luchadores enanos la dignidad que nunca pude hallar en esas tardes de ventanas huecas. El espejo que buscaba para encontrarme resultó estar en las pupilas de esas personas débiles como yo, frágiles pero valientes; conscientes de que las plazas, las esquinas y todas las ciudades del mundo nos pertenecen, que somos los reyes de nuestro destino por mucho que tú persistas en embadurnarlo todo de barro y hacernos creer que no hay nada que podamos hacer.

Luc Dupont

domingo, 7 de noviembre de 2010

INVIERNO por Luc Dupont.

-Por cierto, lo he dejado con Javier.
Es curioso, yo sólo le preguntaba cómo le iba, con el tono aburrido del que no espera una respuesta porque se da cuenta de la falta de entusiasmo de la pregunta. Y sin embargo abordó el tema preciso, quizás fuera de contexto, o en un momento no esperado, porque esperaba escuchar esas palabras mucho antes, cuando ya era evidente el final de su mentira y el inicio de mi pretensión de embaucarla con la mía. Y, después de tiempo soñando en mi cabeza con esta frase, imaginando los pasos a seguir de mi perfecta estrategia para secuestrar un corazón, de ensayar ante el espejo una cara de no demasiada sorpresa ante una noticia supuestamente novedosa, después de todo eso, se me pinchó el globo.

Creo que no es un buen comienzo. Si esto se puede considerar una historia de amor, hay que ponerle un inicio romántico. Aunque mejor dejar de extrañarnos, lo sabemos, los inicios no suelen ser románticos ni bellos, a no ser que la historia sea la de dos ángeles predestinados a quererse, o las nieblas que cubren la adolescencia permitan que dos adultos todavía no formados consigan entretejer un juego estupendo de principio a fin, por la mera razón de que los dos participantes andan enloquecidos por las hormonas, la búsqueda del amor imposible, o la falta de sueño. Y el único amor perfecto es el imposible, al menos en mi caso, ése que se define por la imaginación irrealista, por añadirle virtudes a una persona practicamente inexistente, por la timidez absoluta, por la obsesion con un sueño repetido hasta el aborrecimiento.

Y el caso es que el invierno se ha llevado mis palabras y no sé qué decir.
Sólo puedo decirte que si no me das locura no puedo avanzar, sin mi ración de amor imposible e impasible no consigo respirar, repetir ni transpirar letras. Si no me das ilusión ni me regalas tu mirada miope entonces yo sigo con mi ceguera genital, tranquilo y con buena vida, bien mantenido, pero falto de vitaminas eléctricas. Me quedaré sentado en la calle, epserando un vendaval que levante todo, que despeine y consienta mi despegue, ahí voy directo al infinito, hacia romperme de nuevo el alma, ya van cuatro. Cuéntame una historia llena de imaginación, pues ya desayuné y necesito despejarme, dame un poco de trascendencia matinal, juguemos a cualquier teatro circense y popular. Si tu no me besas ni dejas ue te lama entonces yo me convierto en humo,niebla nubosa, trama oscura dramática, y lloraré, lloraré esas lágrimas ridículas que se deslizan calientes por mi mejilla derecha. Y me las bebo con la sonrisa dibujada en una cara abstracta, instinto primario de primate; necesito algo entre mis manos, tu cuerpo, mi cuchillo, una libreta para llenarla de vuelos no permitidos, no educados, no dirigidos; siempre sin rumbo hacia el mismo lugar, todos mis caminos llevan a tus bocas, a tus tragedias habituales. Y me plantaré, y me regarás, éste es mi último disparo, directo al vacío, ocasión desperdiciada y suicidio colectivo, me hago el harakiri cada domingo por la noche. Y después café y levantarse, descender por las escaleras feliz y maltrecho, fingiendo estilo y planificación. Mis poemas te los regalo, mi ropa la cuelgo en tus perchas, mi pelo me lo arranco por que sí, tú me das razones para agitarme y subirme a los altos, mirar desde allí y bajar desilusionado, pensaba que vería algo interesante y elegante. Acércate más, quiero desvelar el secreto de tus pupilas gustativas, tus ojos cojos de emociones, tus ventanas cerradas, tu vergonzosa falta de color, dame un poco de chocolate. Quiero beberte, te succiono como si fuese un elefante, no te conviertas en serpiente, porque te quiero comer y después vomitarte, retratarte mientras te tocas, mi musa, mi idílica diosa odiosa, dame una buena letra para no olvidarme de tí, mándame una carta con tus planes y las escusas con las que los evitas, sígueme por la calle, conozco los lugares secretos de esta urbanidad, micciono en cada farola, continúa el rastro de mi reguero animal, color amarillo limón. Yo soy un gato siamés y quiero hermanarme contigo, de una manera incestuosa e intempestiva. La faamilia tan querida y escondida, no descubras mis antepasados, los tengo escondidos, todos pervertidos por mi falta de sensibilidad sanguínea, corté el árbol familiar y construí una barca, sube que zarpamos, con mis uñas felinas te araño sin dañarte, pretendo marcar las lineas del razocinio, este capitán espera por la aparición de la isla, la inspiración aparece en el descenso, ahí vamos hacia la catarata, por el precipicio nos amaremos. Si todo esto te parece chino, tradúceme, convéncete de la falsa polsibildad de mis metáforas, me hago el interesante y me convierto en súper héroe patético y solitario.

Luc Dupont.

viernes, 5 de noviembre de 2010

INVIERNO por Piero Galasso

Se coloca todo lo que se sacó del coche y se contempla el mar. Para algunos inspiración y para otros tremendo pesar por no poder ver esa inspiración en el horizonte. Hay personas que observan el mar y hay otros que lo ven y se aburren, hace frío, vámonos, espera un segundo, déjame relajarme. Suelen ir de la mano una y otra clase de seres. Imaginen a dos sujetos ensimismados contemplando esa cantidad enorme de agua salada como bobos durante largos minutos. Por todos es sabido que no se necesita hablar ¿ para qué?. NO entiendes nada.
En el otro escenario, se intuye a dos individuos que conducen su automóvil hasta la playa y una vez en destino , como mucho, fumarse un pitillo compartido, ay la crisis, y volver al coche o a un bar a tomar una cerveza y unas olivas y regodearse de lo bien que se está aquí dentro. Ni una cosa ni la otra. Por eso siempre coinciden las personas que son estimuladas por los vientos marinos y las que desde detrás de una nariz roja, verás como me resfrío, ocultan esa gran insatisfacción.

Existe otro subgénero entre los adoradores de los cantos de gaviota, los caminantes. Como en el segundo escenario, se introducen en su coche , desplazándose varios kilómetros, para aparcar delante del arenal y disfrutar de largas caminatas hablando , primero, del fresquete que hace para luego, ya en calor, disertar de lo trascendental y lo intrascendental de la jornada no-playera. Asimismo, dentro de los caminantes tenemos a los viandantes y forofos del footing, los “quesíqueno”, de excelso paseo marítimo. Es muy respetable y lícito recorrer los numerosos metros de paseo litoral recibiendo bocanadas de delicioso aire helado pero, ya que están cerca, bajen al arenal a mojarse los pies que, amén de ser magnífico para la salud de las plantas de sus maltratados pies, les producirá cosquillas en la espalda, sobre todo a los que corran. Pruébenlo, verán que rico.

Entre los que habitan la playa cuando no es natural, tenemos al bañista despreocupado. Lo han visto en innumerables ocasiones por televisión disfrutando de su parcela marina cuando no toca, es que no toca. Esa señora de 79 años que el 31 de diciembre decide darse un baño en las heladas aguas bien porque decía su tatarabuela que tomar los baños a tal hora en el último día del año otorga felicidad y buenaventura a la familia, pero neniña tu no digas nada a nadie que esto es un secreto centenario de nuestro clan familiar y no vaya a ser que alguien nos robe lo que es nuestro O,bien porque la señora necesita sentirse viva y el cuerpo le pide ,casi desconsoladamente, un verdadero puñetazo en el estómago de hielo derretido.

Para concluir, es necesario hablar acerca de los miembros del subgénero que habita los arenales algunas noches de invierno. Son unos seres que se perciben del mismo modo que una figura en una foto desenfocada. Su atuendo es un misterio para los que no entendemos de estas cosas y su forma de comunicarse es inverosímil. Básicamente y , tras muchas horas de estudio, su lenguaje se compone de 15 sonidos acompañados de 23 movimientos con la mano izquierda, 39 con el pecho, 75 con la mano izquierda, 12 con ambos pies y 2 con la cabeza. Algún día pretendí unirme a sus coloquios como buen oyente que soy, pero es dificilísimo entrar en tan selecto grupo social. Se mueven en grupos de 2 a 4 individuos y emiten unos ruidos guturales que me hacen maldecir el momento en que se me ocurrió, ataviado con mi equipo, ponerme a rastrear las playas en busca de monedas perdidas debajo del manto artificial de las mismas.



Piero Galasso

jueves, 4 de noviembre de 2010

VIENTO por Luc Dupont

Corre, corre, corre, que hoy es lo único que me puedo inventar. Corre, entre las sombras de gente sin tiempo, delízate entre los pensamientos contradictorios, alcanzarás la parte negra del sol. Dale más intensidad a tus alas invisibles, nadie te va a estar esperando para aplaudirte, tienes que correr más rápido que las miradas, debes ser como un espejismo en medio del desierto. Ya casi no te queda tiempo, fíjate en el reloj y observa que los segundos se paran cuando vuelas, cuando superas tus límites y todo se difumina en manchas de colores que ni siquiera existen. Eres electricidad, sentimiento, impregnas todo con tu alma, tienes la oportunidad de dejar huella, de dibujar emociones allá por donde pasas. Deténte un momento, quiero darte un mensaje, un secreto que repartirás hasta en los rincones más insospechados. Siéntate conmigo, tú también mereces un descanso, un poco de tranquilidad para redirigir tus pasos, para orientarte hacia la dirección adecuada. Quiero saber quién te ha hecho daño, qué te ha pasado para que escapes a esa velocidad, qué se ha cruzado en tu mente para herirte. No sé de dónde sacas esa fuerza para atacar, cómo puedes conntinuar siempre tu camino con perseverancia, sin que las tristezas te detengan y te impidan seguir creyendo en tus sueños, ni sé de dónde sale esa ternura con la que acaricias los rostros que te gustan, las cosas que merecen la pena. Yo sin embargo necesito tiempo para crecer, debo estar sólo con mis miedos para poder vencerlos. Te pediría que me esperases en esta parte del camino, que aguardes a que me sienta lleno de vida, pero eres el viento y sé que no lo harás, que tienes prisa por llegar a ningún sitio.

Cuando llegues recuérdame quién soy, y no te olvides de volver.

Luc Dupont

miércoles, 3 de noviembre de 2010

VIENTO por Piero Galasso

¿Alguna vez te has preguntado por qué todo el mundo se desplaza en taxi en Nueva York? Resulta que debido a la elevada cantidad de gente que habita la ciudad más importante del mundo, tendría que haber 200 autobuses para cada manzana, lo que es inviable. Así que la solución es coger un taxi y rezar para que el taxista no sea un pelirrojo con rastas , una cicatriz encima de la ceja izquierda y la paleta derecha de oro.
Es un lugar capaz de enamorar a los seres humanos que la habitan. Woody Allen filmó una auténtica proposición de matrimonio en su inigualable Manhattan. Frank Sinatra adiestró sus cuerdas vocales para que se moviesen al ritmo de las letras que componen el nombre de la ciudad donde se puede encontrar hasta un pigmeo, si sabes donde preguntar.
Cuando uno camina por las calles del Village no deja de preguntarse cual sería la sensación de encontrarse a Joan Baez disertando con Bob Dylan sobre las carencias de un tema común o de encontrarse a cualquier otro mito desarrollando su vida normal en dicho barrio. Así es Nueva York , un lugar donde puedes disfrutar de la normalidad de tu vida, al margen que seas una de las estrellas del starsystem o el poeta de Duluth que electrificó su folk y fue llamado JUDAS previamente a la interpretación más maravillosa y memorable de “Like a rolling stone” en una actuación realmente sensacional.

“De noche, cuando uno camina por las calles que no gozan de una gran popularidad, unas figuras blanquecinas emergen de las profundidades de la gran ciudad. Actúan como si quisiesen escapar del subsuelo y expandirse a la estratosfera pero debe tratarse sólo de una intención, porque algo superior a sus fuerzas los retiene pegados al suelo. Actúan como guardianes de los pobres niños que tienen que mendigar en la ciudad de las oportunidades porque no olvides amigo, las oportunidades no favorecen a todos por igual”.

El anterior párrafo, lo escribí una noche en el año 1967 , año en que jugueteé con las drogas quizás por eso es el año que con más cariño recuerdo. Leyéndolo hoy , a día 24 de Noviembre de 1998, no puedo si no preguntarme cual fue el motivo que me hizo separar a mi organismo del excepcional mundo de psicodelia que me ofrecía el LSD. Siendo uno de los prófugos de la generación Beat, lamento no haber escrito nada de gran valía desde que llevo una vida saludable. ¿Un literato artificial? Seguramente, pero era el mejor, aún sin tener reconocimiento de ningún tipo, era el mejor.

Nueva York me brindó todo lo que quise y me arrebató todo lo que le vino en gana. Hoy, sólo permitiré que el único elemento que la domina a ella me domine a mi también, el viento. Permito que me descoloque los cabellos, como el vapor del subsuelo descolocaba los pliegues del vestido de la rubia Monroe. Nueva York, siempre Nueva York.


Piero Galasso

martes, 26 de octubre de 2010

Locura por Piero Galasso

Toda vez que veo a una mujer morena ensimismada en cualquier terraza en cualquier ciudad me acuerdo de Lucía. Realidad y recuerdo se combinan para perturbarme cuando contemplo dicha imagen en una terraza en el barrio de Gracia, Barcelona. Conversar con Lucía es como vivir cerca del cielo, es retorcerme por el dolor que provoca rozar con mis huellas la felicidad y no lograrla al ciento por ciento. Las palabras nacen en su garganta y mueren en mis oídos y viceversa, todas nuestras partidas terminan en empate. El embelesamiento es mutuo aunque reconozco que mi entrega es equiparable a la fuerza con la que un cocodrilo destroza los músculos, nervios y huesos del brazo de un novato domador de reptiles. Ocasionalmente, me sorprende con alucinantes souvenires emocionales en forma de canciones, libros y películas. Por mi parte, humildemente la agasajo con trozos de papel garabateados con lírica infantil. Es la perfección, es la aurora boreal, es un glaciar despellejándose , es todos los sinónimos que saldrían de la boca de un ciego que recuperase la vista y alguien le preguntase: ¿Qué te parece lo que ves? . Nunca tenemos una discusión y esto no es por ocultarnos las debilidades emocionales mutuas, simplemente se debe a que nuestro amor epata y nos aísla insertados en una burbuja que nos protege de la malevolencia. Caminar hacia mi encuentro con ella es como cuando caminas por las cintas de transporte de pasajeros y equipaje de cualquier aeropuerto internacional, ligero, veloz y en calma. No abusamos de las caricias, arrumacos y edulcoradas muestras de cariño ni en público ni en privado. Me deleito a partes iguales así como de su belleza como de su presencia y el elevado nivel de su inteligencia me arrebata el juicio sin atenerme más que a las consecuencias de estar enamorado de una mujer sin precedentes. Departimos en las terrazas, intercambiamos pareceres en el metro, caminar entre los pasillos del supermercado es toda un experiencia con ella y el Borne parece cambiar de color cada vez que ella sonríe. Recuerdo una tarde de Mayo de hace dos años en la Plaza del Rey donde el implacable y tenaz pintor dirigió su pincel dibujando en su rostro una expresión que otorgó a mi cerebro una estúpida duda, posteriormente convertida en deleznable idea y lamentablemente narrada en palabras a modo de propuesta. Su reacción no hizo más que maravillarme todavía más:

¿Sabes? Cuando te conocí y antes de conocerte de manera apropiada, ya sabía de antemano que respuesta darte cuando pronunciases esas palabras. Y sonrió.

No dijo SÍ, no nos hizo falta. Me sentí personaje de una novela que ella había leído de antemano, me contemplé como un títere en manos ajenas pero dichos pensamientos no me importunaron más que un par de días. Nada podría perturbar la serenidad del privilegiado,compañero, amante y esposo eternamente drogado con la mirada de la bella Lucía.


Piero Galasso

jueves, 21 de octubre de 2010

LOCURA por Luc Dupont

Cualquier cosa por estar contigo, cualquier día me levanto y comienzo a correr, a creerme que soy grande; alguna vez tendré fuerza para ver la realidad que aparece cada lunes con disimulo. Quiero reinar en el país de los sueños rotos, con ese sombrero pareces un bohemio desdichado. No nos podemos agarrar a estos clavos que arden, nos apoyaremos en cualquier barra de un bar cerrado. Cada vez que gira el mundo se me van los ojos detrás de ti, tu pelo me observa desde todos los rincones posibles, las complicidades matan, no puedo aguantar las miradas de desaprobación; hagámoslo en la ventana, finjamos que nos queremos.
Rompe el mar, rompe con fuerza. El silencio amenaza con volver a cubrir su manto. Mírame, necesito ver de nuevo la luz. Cuando ya nada tenga sentido y me veas llorando en la esquina, bésame , bésame fuerte, atrápame con las palabras que inventamos, pégame hasta que mi sangre reconozca tu tacto. Necesito despertar de la agonía que ha sembrado el tiempo. Yo solía ser el soñador, el que te miraba desde las cortinas, un tímido enfermizo amante de las soledades. Y cuando comenzó esta pequeña guerra, cuando acepté el cargo de capitán de mi barco hundido, cuando te cogí de las manos y follamos encima de la mesa. Los recuerdos pinchan mi manto de inconexiones apáticas. Cuánto daría por unos minutos de tranquilidad, sólo me reconozco detrás de los cristales oblicuos, aguardando las sombras del mañana, lamentando el tiempo que no pasé contigo. Amor es una palabra demasiado intensa para dos animales. Sólo nos podemos permitir el lujo de lamernos las heridas y jugar a que somos fuertes. Cuando esquivo las balas de la rutina y voy a buscarte a tu portal sólo falta que el mundo estalle. Ese odio se convirtió en compasión; las horas ejercieron de elemento químico para transformar la desesperación en estilo. Tu perfume me recuerda tantas cosas que tú ya no eres tú, yo no me parezco a aquel individuo perdido en sus sueños. No sé cómo parar esta locura que se apodera de mi cerebro y de mis intestinos. Necesito hacerlo más dulce, susurrar canciones y tomar un café.
Lo peor es la adicción, no poder dejar de escribirte poemas por las paredes. El día que deje de luchar pégame un tiro, vuélame la cabeza con delicadeza. Si estoy enganchado a la lentitud es porque mis piernas no me responden. Sabías desde un principio que prefería morirme en tus orillas que volver a cruzar el río. El autocontrol lo perdí en tu ombligo, la locura me lleva a morirme de sed. No te compadezcas y dame un trozo de tu aliento.

Luc Dupont.

martes, 19 de octubre de 2010

MÚSICA por Luc Dupont

Hay un negro a las 4 en punto esperando el autobús. La ciudad se encuentra dormida aguardando un chispazo capaz de resucitar las calles. Los colores se evaporan entre las nubes. Las aceras sólo son grises y no hay lugar para el verde. Aquel hombre no tiene dinero en los bolsillos. Tiene la cabeza llena de sueños irrealizables. Todo el mundo pasa indiferente ante él, sólo es un inmigrante más esperando un transporte para dirigirse a ninguna parte. La lluvia moja a los que pasan con prisa hacia el trabajo, manchando sus preciosos trajes de 300 pavos. Ya nadie mira como antes, el viento lleva a todas partes aquellas cenizas de un pasado desconocido. La arena del reloj tarda en bajar más que nunca. Los números ya no están en orden, las palabras se invierten para perder su significado. Aquel tipo empieza a tocar su trompeta. Sus notas salen disparadas en espiral, un movimiento circular semejante a un huracán de atracción. Los niños corren hacia aquel sonido poderoso; el colegio puede esperar. El negro pone su alma en cada uno de sus dedos, deslizándose suavemente hacia la gloria. Las mentes se abren para saborear el nuevo placer que les espera. Aquella melodía inolvidable impregna la ropa de los ciudadanos, todo huele a dulce agonía.

Yo lo observo mientras espero el autobús; quizás el mismo. Hoy he intentado dar lo mejor de mí mismo; mi energía se ha evaporado. No sé qué ha podido fallar, pero no he conseguido iluminar mi camino a casa; el alumbrado público debe esperar a Navidad. Ahora sólo me queda sentarme y fumar observando la expectación que despierta el músico.

Pero ese ritmo; ese maldito ritmo. Mi mente se dispara como un resorte hacia un viaje espacial acompañado por corcheas y semicorcheas danzantes. Huele a mar y el sol calienta mi cerebro, que se derrite inevitablemente. Este paseo marítimo es claramente caribeño, abiertamente sexual. Mis pasos me deslizan por este malecón lleno de caderas y glúteos que se mueven a un son pausado y componen un paisaje carnívoro. El volumen del sonido se agranda y todo el mundo se pone a saltar. Las maderas del paseo crujen y se retuercen añadiendo su agonía a la banda sonora. Me descubro bailando, con una destreza recién descubierta me acerco a una morena redondita y sonriente. Nos hacemos uno mientras esta droga tropical alimenta nuestros sueños. Mi lengua juega a reconocer sabores olvidados. Chocolate, helado de frambuesa; frutas cálidas explotan en mi paladar. Ya estamos volando alto mi morena y yo, nos reímos cuando vemos el suelo ya lejano. Nos rozamos, nos palpamos y nos mordemos en cada línea del infinito pentagrama celestial.

Me despierto y veo a mi hermano en mi habitación. Todo está desordenado y una canción sale de la radio. Me pregunta por qué siempre la dejo encendida cuando estoy durmiendo.

Luc Dupont

lunes, 18 de octubre de 2010

MÚSICA por Piero Galasso

Ella se despertó. Apagó el despertador quejándose del maldito ruido que genera. No diga canción, diga conjunto de pequeños y molestos sonidos que le crispan los nervios. Hizo esa elección para no ser vaga por las mañanas. Si remolonea debe soportar ese maldito soniquete. Ducha. Vamos Inés, hoy si, hoy si. Café sólo y sin azúcar, por favor. La vida es demasiado dulce como para ello. Mientras sorbe, divaga sobre el trabajo soñado donde le pagasen por divertirse, al igual que los taxistas. Siempre se dijo que es muy difícil toparse con un taxista que no busque conversación, que no intente entablar una conversación con el pasajero de cualquier tipo: Quejas sobre el gobierno, alabanzas a ese futbolista, repeticiones pesimistas de tópicos que no son otra cosa que verdades mohosas, criticas al imbécil que creó la palabra crisis, etc.
La compra de la licencia de taxista va acompañada de un manual que se compone de 100 páginas y desde la página 12 se instruye sobre los trending topics surgidos desde la revolución industrial hasta nuestros días. Nunca dudes en conocer la opinión de cualquier taxista acerca de la persona de Zaratustra.
Previa entrega de la licencia, se les hace un examen para comprobar sus niveles de conocimiento y en que áreas destacan. Así, tras la evaluación, se les distribuye por las urbes en función de sus conocimientos económicos, filosóficos, políticos o deportivos. Norte. Sur. Este .Oeste. Siempre están ansiosos de palabras, son devoradores impetuosos de rutina pero... disfrutan. Se ríen de todo aquel que no es de su gremio desde sus coches distintivos sabiendo que somos unos infelices. Se hace tarde. Corre. Escucha. Al correr escucha y corre porque escucha. Ese sonido le embota el cerebro y la obliga a caminar de un modo veloz. Cruza las calles hasta llegar a su puesto de trabajo. Asiste a un puñado de ineptas a eliminar ceros de sus cajas fuertes alquiladas. El avance de la mañana siempre la obsequia con un cigarrillo que emplea para observar a los aburridos viandantes matutinos: jubilados sin quehaceres, universitarios opositores a ni-nis, amas de casa cargadas de bolsas del súper, algún perro callejero en sus horas favoritas, etc. La única persona que camina sonriendo es aquella que , o bien va acompañada de alguien de su agrado, o alguien que va con unos auriculares incrustados en las orejas. Es cierto también que no todo el mundo con auriculares separa los labios pero ella sí lo hace y además, corre. Corre porque escucha música que la pone de buen humor y la hace saltar , reír, experimentar, sentir, vivir. Los países que no han sido bendecidos con la clase media generan música vivaz, rítmica , potente y enérgica. Por contra, los países del bienestar crean tonadillas pesimistas, hurañas, nocturnas , sin vida. Inés se ríe tras colocar las últimas 2 líneas en al archivo de sus argumentos. ¿Por qué?. Taxista dixit.


Piero Galasso

miércoles, 13 de octubre de 2010

PODER por Piero Galasso

5 comienzos de poder

Camino. La música de mi banda sonora retumba en los pabellones auditivos de mis diversos personajes. Recuerdo cuantas veces he realizado este camino y ,como no, todas las veces que he vuelto a él sin más valijas que un sombrero hecho con la frágil parte de un viernes documentado. A medida que mis pies se adelantan, bajo mi sombrero mis miedos discuten con mi valentía y parece que esta vez esa voraz parte de mi ser será asesinada a manos de un puñado de cobardes. ¡Maldita mala democracia!

En esta parte del trayecto en lugar de tambores vitalistas suenan alguna armónica pesimista acompañado por la voz de algún sacerdote que por fin disfruta de ese escocés lleno de cabellos. Al ser continente de algo que me desgarra , me asusto, paro, respiro. No seré ese maldito ser que se arrepiente de estar estancado. Nunca lo he hecho. No será ahora la primera vez que me ocurra. No puede ser. Me niego en rotundo.

Decido recrearme con lo que tengo delante de mi nariz. Veo una salamandra. Es extraño ver una en esta época del año.Nunca me he informado de como vive uno de estos animales. Me imagino su alimentación pero no como duerme, como se relaciona etc. Sorprende como algo que era tan cotidiano en otras épocas simplemente se evapora una mala mañana sin más razón que el ocuparse en nuevas aficiones.

Siempre me acordaré de ti porque me diste energía para pelear tanto contigo como con mis fobias. Dijiste: Es duro ver como algo que ha surgido de la nada se te introduce en el cuerpo y no hay manera de eliminar esa posesión. Supongo que con un poco de luz de otros ojos conseguiré matar al perro negro que se aparece delante de mi puerta cada mañana. Pero ese perro , como todos, experimenta dicha con el juego y atrae maliciosamente mi atención mientras me despido de mis ganas de asesinarlo. Hoy avancé, le he cortado las cuerdas vocales porque sus ladridos me hipnotizaban. Punto final.

Estoy con Sonia en la plaza Catalunya. Nos tomamos una cerveza que un emigrante ha sacado de una de las muchas papeleras que brotan de los suelos de Barcelona. Discutimos acerca de la posible relación entre Lucas y Virginia pero somos tan idiotas que no nos centramos en la nuestra. Nos peleamos. Se larga y yo me quedo. Terminaré con toda la cerveza-basura de Barcelona.


5 comienzos-sueños de poder


Piero Galasso

lunes, 11 de octubre de 2010

PODER por Luc Dupont

El sol espera por Mara, son las siete y comienza otro día en el mundo gris. Como un mecanismo automático, se mete en la ducha y el agua se traga su cuerpo. Sin pensárselo coge una camiseta y un pantalón del armario, que más da qué ponerse, enseguida estará en la oficina disfrazada de mujer exitosa, seria y trabajadora; una chica formal, sin opiniones extravagantes ni comportamientos impropios; de ella se espera que se comporte como una persona corriente. Una chica con esa belleza acabará encontrando un hombre que la cuide, necesita protección. Eso dice la gente.
Los buenos días del jefe siempre van acompañados de una radiografía visual; detrás de su sonrisa de viejo verde se esconden sus deseos de dominarla, qué orgulloso se siente de tener una obra de arte en propiedad. Mara sonríe, siempre se muestra encantadora, un poco asqueada por la saliva segregada por su superior, pero qué se le va a hacer, el mundo es así. Hoy vienen varios clientes importantes, y el resultado es conocido. Entrarán en el despacho de Mara con esos ojos de animal selvático, con el instinto primitivo de seducir a la hembra. Y ella hablará de temas triviales, fingirá un leve coqueteo con ellos, se tocará el pelo mientras les expone los detalles del contrato, les mirará con esos ojitos mientras ellos firman el acuerdo. Ella aprovechará que sus mentes se encuentran embotadas por la testosterona. Todos caen, todos muerden. Y esas continuas victorias hacen crecer el orgullo del jefe supremo, es que es tan linda ella...
A Mara le encantaría asesinar a su pervertido jefe. Aparecer un día, mansa como siempre, reírle sus gracias machistas e infantiles, rozarle el brazo a ese niño acomplejado, susurrarle al oído que esta loca por él, que su atractivo masculino es demasiado poderoso para su corto entendimiento femenino, pobrecita. Y meterse en su despacho, quitarse la camisa delante de él, observar cómo se relame ese cerdo. ``Tócame las tetas, querido, he estado tanto tiempo esperando esto...ojalá pudiese encontrar un hombre como tú, te has hecho a ti mismo, eres tan macho, tu coche es tan grande, tu poder me pone cachonda. Al final es lo que buscamos todas, ya sabes...no me importa que seas calvo y repulsivo, tu barriga sebosa y enorme no es un obstáculo para tu atractivo imparable, no te preocupes. Tampoco importa que no tengas personalidad, no mezclo lo personal con lo profesional, no importa que trates a tus empleados como ganado, que le pases por encima a todo el mundo, yo sé que lo haces por tu empresa, cualquiera lo haría...que digo yo...no me acordaba de que soy una chica guapa, es que a veces me da por pensar...ya ves, mejor me callo, tú eres el hombre, hazme sentir tu poder, hazme tuya, penétrame con ese falo dominante.´´
Que bien estaría verle gozar, ¿eh Mara? Observar cómo ese cretino se llena de deseo y rezuma sudor y olores nauseabundos. Hacerle sentir que te posee, que tenía razón y que eres un cuerpo, rendirte ante el rey. Y, justo antes de que eyacule dentro de ti y te impregne de veneno, coger la grapadora que tiene encima de la mesa y comenzarle a golpear el cráneo. Uno, dos. Te gusta también esto ¿Eh, vicioso? Y ver cómo sus ojos se quedan en blanco, como los gemidos se convierten en agonía. Su cara se está tiñendo de rojo, y tú sigues golpeando a un cuerpo ya inerte. ¡Vaya, pero si tienes un cuchillo! Qué perfectas las fantasías, querida. Grábale tu nombre en el pecho, que cuando vean el cadáver de un gordo sepan que acabó siendo una pieza de carne perteneciente a alguien. Cien kilos de masa inútil propiedad de Mara.
Qué bien estaría ¿Eh, Mara?


Luc Dupont

viernes, 8 de octubre de 2010

ESTRELLA por Luc Dupont

Completamente aturdid; balanceado de un tiempo anterior a otro posterior, mareado por el olor a miedo que rodea mi mente; no sé que soñar, no sé por quien esperar. Mis manos están limpias porque hace tiempo que no construyen castillos aéreos; se me ha asentado la presunción de que todo debe ser real y auténtico, que se pueda tocar y besar, que no se te escape como una hoja burlona llevada por el tiempo.
Y, querámoslo o no, aunque llore, aunque me encuentre ocasionalmente en el rincón más oscuro del cuadrilátero, sangrando por la oreja y con los sentimientos paralizados por la tensión, por la ausencia de esperanzas fuertes y geométricas...en fin, a pesar de todo el abatimiento posible de un momento escogido a traición, de una foto revelada sin compasión, yo tengo la piel dura, tengo un corazon bastante coloreado por imágenes repartidas entre mi imaginación y mi nostalgia que me guían hacia un norte poco transitado. La parte racional de mi intermitente cerebro me aconseja con metáforas de un camino aún por recorrer. Mi paciencia se debate entre el paraíso soñado o rebozarse entre el barro más sucio para sentirme humano. Mi lengua tartamudea cada vez que el silencio me permite reaccionar con un pensamiento medianamente inteligente. Mis dedos se deslizan entre letras que son mis compañeras, me sorprenden con la ineptitud de mis versos, la fragilidad de mi discurso; sólo pequeños destellos de pasión, pequeños pedazos del mapa que debo seguir. Y no aparece el ideal perfecto que me embauque para embarcarme hacia esa locura tan premonitoria. El sol me despierta con pereza, mis cortinas no se atreven a dejarse sobornar por la luz vitaminica, demasiadas vidas gastadas en la falsa comodidad de la luna. Y mis pies todavía responden y esperan, aguardan por la señal de aviso para ponerse en un movimiento circular e interminable. ¿Con qué mentira podre arroparme en este insomnio? Maldita religión, mándame un enviado celestial que alumbre el pasillo estrecho del drama artístico en el que me quiero perder. El talento se pudre con esta desidia, con valentía y perseverancia llego a tu boca. Me muerdo las alas, todavía no es el momento.
Pero yo sigo anhelando alcanzarte, pequeña estrella de cartón. Alma nocturna, voy a caminar bajo tu luz cósmica hasta volverme ciego y loco. Demencia urbana, razones en dosis cotidianas; a veces se me asoma la locura por la esquina y la dejo pasar, entre usted en mi habitación y sáqueme volando por la ventana. Quizás la perdida del escaso autocontrol sea el remedio a mi catarro estelar.
Estornudo, me limpio los mocos y me mareo. Señorita universal, no me llame a estas horas que no tengo voz, no llevo puesta la máscara de normalidad, mi lengua no se ha despertado para lamerle los oídos con temas triviales. Si pudiese cogerte, tocarte, abrazarte cuando me apetezca, cantarte un poco y beberte. Pero estás quieta, fría, ausente, imprenetable, adictiva. Tu perfección me hace resbalar más y caer de nuevo, embadurnarme de tierra y llenarme de vulgaridad; por mucho que ensaye ante el espejo. Mis nervios explotan y me sale el gusano que me está comiendo.
Bailarás con este payaso triste y divertido hasta que te den ganas de vomitar. No fui yo, fue nuestro matrimonio.
Y esta estrella se llama ilusión.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Estrella por Piero Galasso

Lamentarse de las oportunidades perdidas
utilizando el recurso homicida
que extirpa el pequeño deseo
con el que componemos nuestro soneto.
Observar con deliciosos ojos de perro
el vaivén de las ideas compactas,
hirsutas en el destartalado museo,
vanguardia emocional de tebeo.
Incondicional de la sábana muerta,
soportando intrusos que atesoran
el poder de terminar con la mas esbelta
e inquebrantable fragata de solemne flota.
Caminar aún cuando el espíritu duerme,
bailar con zapatos de otra persona,
cantar sin tan siquiera exponerse,
explicarse deliciosamente sin sorna,
sentir que el animal se desboca,
escuchar al edificio lamentarse.
Reflexionar sobre aquel ave,
colocar un pie tras el otro,
descender de la torre de babel
con heridas y pústulas en el lomo.
Resumo aquí la visión futura
de un niño que con visión certera
equivocó estrella con patera
perdiendo la batalla pura y dura.



Piero Galasso

viernes, 4 de junio de 2010

SANGRE por Piero Galasso

Resulta que no tengo otra opción . Cortar .Abrir . Desmembrar . Extraer. Rellenar. Cerrar. Al final es siempre lo mismo. Cuando me pongo nervioso, y siguiendo las indicaciones de mi progenitor, cierro los ojos y cuento: 1,2,3,4 y 5. Aparentemente, podría suponer un breve período de tiempo pero cuando estás en la situación bajo una presión acuciante que no te permite casi ni respirar, el transcurrir de la manija encargada de los segundos avanza con la mayor de las lentitudes provocadas por la cantidad de sensaciones y sentimientos que se tienen cuando afrontas un hecho de estas características. En el manual de mi profesión decía que con el tiempo , uno llega a convertirse en un autómata sin sentimientos, mas en mi caso no es así. Rara avis.

Normalmente trato de no insmicuírme en los asuntos personales de las personas a las que trato. Procuro evitar reflexionar sobre el porqué de su situación actual, como se sentirán las personas de su alrededor, y sobre todo como se sentirá su corazón etc. ¿Qué es lo que hace que me interese por el estado de su bomba orgánica?
Poéticamente, tengo las referencias de los escritores antiguos que se referían al corazón como el recipiente de las emociones humanas. Lo cual no deja de intrigarme. Cuando uno sostiene un corazón humano en sus manos comprueba que es un órgano horrendo, totalmente idealizado por aquellos literatos de levita y pipa, ansiosos por separar las emociones de ese órgano , odiado líricamente, que es el cerebro. Reconozcámoslo, la valía del corazón radica en su función física y, exclusivamente, en su función natural.
Volviendo a la apariencia del corazón, en su parte superior contemplo los ventrílocuos, que vienen a ser las tuberías principales del cuerpo humano, los cuales conducen el auténtico líquido elemento del planeta tierra. Es cierto que el agua da vida,pero existe otro líquido que la quita. El líquido por autonomasia de esta tierra, el protagonista de guerras, nacimientos, circuncisiones, maltrato de género etc. es la sangre. A través de esas tuberías, se agolpan en manifestación proteínas, azúcares, y multitud de glóbulos blancos y rojos, cuya función no viene al caso. Debajo de los ventrílocuos vemos al corazón en sí.
En la televisión y en los tebeos, vemos al corazón con su característica forma. Sobradamente conocida por la gente de la sociedad del bienestar. La mencionada forma que , he de admitir, creía que era el aspecto verdadera del mismo. Gracias a esto, dejé de creer en la televisión, así que algún día trasmitiré mi gratitud a los productores de la televisión del reino.

Esta reflexión que hago mientras degluto un sandwich en una de las cinco escaleras que conforman la entrada a mi trabajo, es debida a mi contacto directo con cerebro, corazón y demás órganos humanos. Cada día , cuando sostengo un corazón inerte en mis manos me doy cuenta de la cantidad de personas que murieron por ese puñetero órgano. Adoro arrojarlo contra la pared sobre la papelera, y ver como la sangre que lo envuelve dibuja una línea en la blanca pared de azulejos. Al fin y al cabo, no creo que les importe a los fallecidos que trato.

domingo, 30 de mayo de 2010

SANGRE por Luc Dupont

PARTE DE BAJAS ESCUADRÓN X RESPECTIVO A LA SEMANA DEL 1 DE JUNIO DE 1990

Distinguido Sargento:
Como es habitual, al menos para mí, ya que comienzo a pensar que no hay nadie al otro lado, le escribo para comentarle el parte de bajas oficial. No ha habido bajas físicas. Supongo que esto le llenará de orgullo en su sillón mientras reproduzca en su mente las grandes hazañas del escuadrón X, pero creo que su imaginación no tiene ningún tipo de relación. No hemos tenido que lamentar ninguna muerte esta semana, aunque creo que es oportuno resaltar que sí tenemos un cadáver entre nosotros. Ese cadáver es nuestra dignidad. Me imagino a usted riéndose ante mis ocurrencias de filósofo en medio de la nada, pero considero que esta baja es la más relevante desde que nos encontramos en territorio enemigo. Hemos olvidado cómo se vive, cómo actúan las personas y qué sentimientos las caracterizan. Todo por luchar en una guerra de la cual no tenemos información ni de las causasque la produjeron,de los planes futuros, ni tan siquiera de los motivos económicos ocultos que nos mantienen en este lugar adverso a cualquier atisbo de humanidad.
Señor Sargento, me he convertido en un ser repugnante que no debería ser considerado un animal. Desde mi llegada como responsable de la brigada, he matado a más de 25 personas. Hombres y mujeres con los que no tenía ningún problema, con los que no tenía mayores diferencias que con las que tengo con los de mi país, tan ajenos a mí en estos momentos. Soy un asesino profesional, ver cadáveres se ha convertido para mí en algo común y sin importancia, ya ni siquiera se me revuelven las entrañas cuando mutilo a alguien, cuando destrozo una vida defendiendo mi bandera.
Ayer disparé a un hombre en la pierna por el único motivo de que se acercó demasiado a nuestra posición.Disparé sin pensar, como un impulso automático de lo que somos, máquinas de matar. Después de derribarlo y observar que no mostraba signos de resistencia, me acerqué al herido. Era un hombre de unos 70 años, y lo único que llevaba en las manos era un libro. Me pareció que esa era la señal definitiva de que nunca podré volver a dormir. Me invadió la desesperación viendo sus expresiones de dolor e impotencia, impotencia por ser una víctima más de una locura sin sentido que no tiene fin.
Mi corazón ya sólo sirve para bombear sangre, ha perdido esa capacidad de sentir, y lo más preocupante es que ya no me importa.

Luc Dupont.

martes, 25 de mayo de 2010

VIAJE por Luc Dupont

Hace tiempo que dejé de viajar. Atrás quedan ya los cuadernos repletos, los momentos inolvidables, mi cabeza llena de recuedos. Cuando me sentaba en mi habitación y miraba por la ventana no podía dejar de pensar en qué había ahí fuera. Con un poco de fé y perseverancia, caminé por desiertos lejanos, me bañé debajo de cataratas inagotables, saborée las delicias de cada región. Siempre soñé con la vida del trotamundos, llena de emociones y soledad. Tan llena como vacía de sentido, tan ligada a la suerte y al destino.Sólo por comprobar que no estás muerto comienzas a dar pequeños pasos para irte lejos, muy lejos de la realidad. Pararse un momento significaba quemarse por dentro, desear salr corriendo con tal de volar, ser inalcanzable, no pertenecer a nada y a nadie.

Hoy, cuando me miro en este espejo de papel, encuentro a un hombre cansado ya, reacio a novedades y contratiempos, más viejo que hace tiempo. Girar en círculos genera electricidad y provoca alteraciones difíciles de curar. Ahora que he vuelto a la vida sedentaria ya no sé respirar, no consigo sentirme a gusto en mi piel, recojo los trozos de mi memoria para definir un personaje incompleto, y ridículo. ¿Dónde está la paz de la tranquilidad? ¿Qué esperanzas puedo rebuscar en mi rutina? Buscando y encontrando nuevas perspectivas y posibilidades, nuevas maneras de decir te quiero, me he quedado en medio del camino, ya no soy un emigrante, no me queda bien el traje de retornado.

Vamos, corazón, despierta de tu falso letargo. Sabes que me estoy mintiendo, no puedo dejar de seguirte y perderme. Buscaré las maletas vacías, me levantaré temprano para llenarlas de ganas de volar y metáforas. Me pongo mis zapatos de peregrino, mi camisa de los domingos, mi sonrisa de perdedor. Me voy a perder como nunca, voy a llorar como siempre. Soledad, oportunidades perdidas, complejos incurables, miedo, tanto miedo. Putas ganas de crecer, malditos sueños inalcanzables, me estáis arrastrando otra vez hacia la puerta.

Sé que ya estoy viejo para hacer esto. Debería estar viendo la tele y pensando en el lunes. Quizás se rían de mí cuando acuda sólo a las bodas, puede que el tiempo me dé la razón. Esto será otra herida que no cicatriza.

Luc Dupont

sábado, 22 de mayo de 2010

VIAJE por Piero Galasso

Me despierto en un pastizal al oeste de Kansas, completamente desnudo. Los dolores que sufro en mi cabeza me hacen preguntarme qué diablos pasó anoche, es como si tuviera un francés dentro de mi cabeza cantando la marsellesa una y otra vez. Las únicas pertenencias que encuentro a mi alrededor son un bolígrafo con restos de carmín, una botella de escocés mediada, un teléfono móvil destrozado y un pasaporte de un tal, veamos, de un tal John Goodman. ¡Estupendo, no tengo cigarrillos!nunca están cerca cuando se les necesita de verdad a esos blancos y espigados de mierda. El tipo en cuestión parece de New York , 46 años y es curioso el apellido en un tiempo donde las únicas buenas personas que existen son esas que están criando malvas. De todas formas, eso no debería preocuparme dado que debería cubrirme e intentar saber donde están Cindy y los demás y por qué demonios me encuentro sólo y lo que es aún peor, sin bolsillos donde meter mis extrañas pertenencias. Antes de levantarme y mostrarme al mundo he de recapacitar sobre la noche de ayer e intentar hallar puntos concretos que unifiquen mis recuerdos. Aunque será tan díficil como hablar de música o bailar sobre arquitectura como decía el bueno de Zappa... en realidad no tengo ni la más mínima idea si era un gran tipo o si era un cabrón que defecaba en las geranios de su vecino pero ya se sabe, es lo que se suele decir, ¿no? Al reflexionar sobre Zappa me viene a la mente una transacción económica que hice la tarde pasada. Nos encontrábamos Joe “Goose” Richmond, Louis “ Swinging” Apeltap y yo en el desvencijado Cadillac de Goose esperando a Cindy que se encontraba en casa de sus tías Mary y Wendy implorando un puñado de dólares para pagar sus clases de violín. Lo que ellas no sabían es que, esa tarde, las clases de violín iban a ser en el bosque alrededor de un magnífica cesta de Peyote recién traído de Tijuana. Una vez hubo logrado su propósito, nos dirigimos risueños a la licorería de Bruce Sullivan, ese malnacido huraño judío adorador de los verdes de cien, a comprar escocés y cigarrillos en abundancia. Una vez en el bosque y tras haber dado buena cuenta del escocés decidimos hacer lo que Jim Morrison hizo con 3 amigos en el desierto. Cindy dijo que el sabor era repugnante y Apeltap lo corroboró con gestos de indigestión fingida para escarnio de todos. Aún así terminamos el banquete entre risas y escocés y nos tumbamos sobre la hierba esperando que nos provocara el ansiado efecto, y vaya si lo hizo...:

“ Me encuentro en un paraje violáceo cubierto de materiales viscosos que no acierto a entender. No hay cielo ni tierra , todo forma parte de un uno delirante que no me permite cerrar la boca, eso si todavía la conservo. El aire roza mi cuerpo como si de un enorme trozo de tela brillante se tratase. Extrañas criaturas corretean a mi alrededor y me dicen que vaya con ellas a su hogar. Por el camino veo que la tierra se eleva y se esconde y de los arboles y arbustos surgen las cabezas de todos los presidentes que hubo desde que se creó nuestra democracia. Me río y escucho mi carcajada como a cincuenta metros detrás de mí persiguiéndome soltando chillidos histriónicos. Súbitamente compruebo que de mi abdomen surgen infinidad de pequeños hilos y nervios y músculos que conforman dos pares de piernas a cada lado de mi torso, con lo cual tengo dos nuevas maneras de caminar al lado de las criaturas. Los nuevos pares de piernas destrozan el material viscoso que me recubría y ahora me siento mucho más libre que antes, en sintonía con mis nuevos amigos. Me encontraba en un estado de paz y felicidad que nunca antes había hallado hasta que súbitamente las criaturas desaparecieron , el cielo y la tierra se separaron , Roosevelt y compañía no volvieron a mostrarse y noté como lentamente un sopor insoportable me abatía y me dejaba caer de bruces en la tierra húmeda, de vuelta a la realidad”

viernes, 21 de mayo de 2010

NOCHE por Piero Galasso

Es inevitable. Cuando despiertas después de una noche terriblemente olvidable te das cuenta de que en determinadas ocasiones uno debe recapacitar sobre el hecho que le ha traído a este mundo. Uno no debe limitarse a simplemente disfrutar de las cosas que otorga la nocturnidad a unas mentes inestables y perecederas como las nuestras. Llega un momento en la vida de todo noctámbulo que reflexiona sobre que es lo que le lleva a ingerir cantidades ingentes de alcohol cada noche hasta el alba. El perfecto bohemio diría que es por el placer nihilista de disfrutar la vida sin ambages, de existir cuando los seres humanos corrientes y molientes se inclinan sobre el lecho para descansar tras una dura jornada laboral. Saborear un placer que parece limitado a ciertos privilegiados es un regalo, es un presente que parece otorgado por el mismísimo Baco. Uno descubre que lo que lo mueve a circular por ciertas atmósferas es beber placeres prohibidos a ese ser responsable ligado a las cadenas de la rutina diaria y familiar. En el código del noctámbulo ideal está escrito que uno debe rodearse de un número no excesivamente elevado de camaradas y cada uno debe aportar diferentes armas para la batalla. Cada uno debe comportarse de un modo distinto con las damas y cada uno debe ingerir diferentes tipos de bebida. Todo ello en base al hecho de que si coinciden los caracteres aparece el maldito desencuentro que destroza todo tipo de relaciones entre los seres humanos. Como puede suponerse , uno disfruta con frecuencia de las bondades que ofrecen los cuchitriles de donde uno puede codearse con gentío de toda ética, moral y parecer. Toda vez que uno se sumerge en una botella al calor de buena conversación surgen pequeñas dosis de genialidad y espontaneidad etílica. Pero es entonces cuando uno se siente abatido por el tedio que supone desarrollar las mismas actividades en repetidas ocasiones con las mismas personalidades. Despiertan en uno nuevas ideas y nuevas metas que logran que el bohemio abandone ciertas compañías por otras que se presuponen de mejor calidad y que pueden proporcionar mayores dosis de divertimento y conseguir espantar al aburrimiento que nos abraza cuando nos sentimos estancados, cuando estamos inmersos en un comportamiento cíclico. Se decide probar nuevas ciudades ,nuevas maneras de actuar en un campo que al fin y al cabo puede ser similar en todos y cada uno de los países. Hay que evadirse de ciertas normas y costumbres autóctonas y saber desenvolverse sin miramientos en las noches foráneas. Tras un período de prueba , uno se siente fascinado por las minúsculas diferencias y tras varios meses volvemos al punto que abre este parlamento. El tedio, el querer buscar algo que nos mantenga despiertos y obtener una nueva muesca en nuestro revolver nos hace rendirnos a las mieles del placer. Mas todo tiene un límite y este bohemio de gabán deshilachado y chistera destrozada decide abandonar la carrera noctámbula y abrazar los sabores diurnos macerados con ligeras dosis de alcohol para no perder las buenas costumbres. Hagan el favor de comprenderme señores, han sido innumerables y gloriosas las noches compartidas con ustedes y con mujeres cuyo nombre no recuerdo pero todavía conservo en mis fosas nasales el agradable aroma que desprendían sus cabellos. Como colofón , he de decirles que este caballero que aquí firma opina que el placer de habitar la noche salvaje sólo es comparable a esa explosión interior que se siente cuando el escurridizo Señor Amor nos escribe una letra de bienvenida.

domingo, 16 de mayo de 2010

NOCHE por Luc Dupont

Noche con luna, noches de perder el tiempo llorando por las esquinas. Detente, ayer juraste que nunca más te dejarías atrapar por tu deliciosa melancolía. Debes agradecerle su compañía, brinda por los momentos solitarios y decadentes que desprendían poesía, deléitate con las palabras que te regaló, las huellas que te permitió dejar en el camino hacia los bares y las copas rotas. Pero ayer gritaste al viento que algo había cambiado, que comenzaba un cambio de estación, que en primavera no se debe andar con exceso de equipaje. Ya no dispones de tiempo para mentir, todas las promesas deben ser cumplidas.
Si no te reconoces en el espejo, si crees que no eres capaz de volver a caminar solo, sin tu maldita compañera, si vuelves a caer en la tentación de ponerte el disfraz de perro callejero y alzar el telón de los espectáculos etílicos, para, respira un momento. Las palabras y los besos volverán, hay chicas bonitas que no son sinónimo de tragedias griegas, las ciudades sin sol ya no son para ti, has sido expulsado del dulce infierno. Qué difícil reconstruir tu banda sonora, quizás sea momento de abrazar a los Beatles y creerse el cuento de All you need is love. Ya suenan las sirenas de Ulises, y tú buscando portales para esconderte. Las manos en los bolsillos, los sueños irrealizables son para los demás, tú eres un hombre serio que se gana la vida como cualquiera. Te irás a dormir concluyendo que no existe ningún estado perfecto, que escapar de las sombras es cosa de Peter Pan, que la mierda no te va a volver a atrapar.
Sentado en tu sillón soleado se respira paz y tranquilidad, ¿cuál era el nombre de aquella mujer eléctrica que no cesaba de gritar? Creo que se llamaba Soledad. Qué irónico sentirse bien cuando todo va mal. Recuerda lo que juraste ayer. No te olvides de tus alas. Y buenas noches princesa.

viernes, 14 de mayo de 2010

VENTANA por Luc Dupont

En la ventana hay un viejo. Está siempre callado y mira fijamente a la calle. Quizás le dio un ataque de demencia y tiene la capacidad de concentración de un vegetal. Alomejor fue un gran hombre y ya no se acuerda de nada, no es capaz de hablar y necesita a alguien que lo bañe. También se puede considerar la opción de que sea un poeta, está observando la vida desde la barrera, él ya sabe cómo funciona el mundo y es capaz de intuir e interpretar la vida de la gente simplemente con un par de detalles, ante los cuales los demás pasamos impasibles, absortos en nuestros pensamientos imbéciles. Tiene un sombrero, como lo llevaría un gran empresario retirado que ha dirigido e influído a muchas personas de su generación, y ha contribuido con su comunidad, la cual tiene preparado entregarle proximamente el galardón de ciudadano del año. Sus ojos brillan, debe de estar recordando su vida de proletario, que comenzó en cuanto salió de su madre. Ha trabajado como un animal pero tiene la dignidad de un dios, y su sueño se ha cumplido: siempre ha habido de comer para los suyos, y los suyos han sido cualquiera que sea honesto y valiente para defender sus ideales. Está descalzo, eso es signo de marinero. Seguro que tiene el cuerpo lleno de cicatrices, y podría llenar más de 100 noches relatando sus apasionantes viajes, como buen conversador que es. ¿Y si es músico y se ha quedado sordo? Está mirando hacia todos lados, como buscando la melodía que perdió hace tiempo, y tiene la esperanza de encontrar cualquier cosa que se parezca a una canción. ¿Estará aturdido por la melancolía que le invade? ¿Tendrá el secreto de la vida guardado en la parte más secreta de sus secretos? ¿Sabrá cuanto suman 2 y 2? Es muy probable que se haya pasado su vida en una parcela muy pequeña de realidad criticando a todos los que se encuentran fuera de esa burbuja infantil. Debería darle vergüenza no haber sabido aprender a oler el mundo. O soy yo el que debe avergonzarse ante un hombre que ha vencido a las circunstancias con voluntad y sin nada en los bolsillos.Probablemente está más vivo que todos los que nos creemos que estamos aprovechando la vida, y en realidad lo que logramos es alejarnos más de lo que realmente merece ser visto,sentido o experimentado. Me doy cuenta de que estoy cayendo en un error, este tipo quizás aún tiene mucho por delante, todavía está aprendiendo cosas, está viendo lugares que desconocía, está dispuesto a cambiar sus creencias a estas alturas. Cuando le hablan siempre da la impresión de que no sabe nada. Como yo. Yo sólo sé que hay un viejo en la ventana.

Luc Dupont

miércoles, 12 de mayo de 2010

VENTANA por Piero Galasso

Sucedió sin más. No era un día particularmente especial para Robert. Se disponía a zambullirse en su rutina sin saber que, una hora más tarde , su figura gozaría de una popularidad que, lamentablemente, el nunca pidió. A las 7:40 am, tomó su café ,sólo con unas gotas de edulcorante líquido, en el Starbucks que hace esquina , la novena con la quinta, y se dirigió a su lugar de trabajo con puntualidad. Si un individuo quiere prosperar en la vida, debe ser puntual. El orden rige el progreso a pesar de que la casualidad y la causalidad se empeñen en acortarle el camino a personas no merecedoras de tal presente. 7:50 am. Robert, todavía con legañas a ambos lados de la nariz, fichó como de costumbre a la misma hora tras saludar a Nelson, el pizpireto recepcionista de la planta 50. El ambiente en el trabajo era el de todos los días laborales. Filas y columnas de mesas todas con un ordenador, un/una señor/señora y multitud de tareas pendientes por hacer. Comienza otra dura jornada, se dijo Robert. Algo extraño percibió una vez hubo colocado su trasero en su asiento. Un olor desconocido jugueteaba con su nariz sin conseguir adivinar cual era. No era un olor repugnante, era incluso agradable para el olfato. No conseguía distinguir ese olor ni su origen o procedencia. Dos segundos después de percibir ese nuevo perfume, sus tímpanos explotaron. En igual situación quedó todo el personal de su planta. Entre el delirio , la locura y la anarquía general provocadas por el estruendo y la consiguiente sordera colectiva, Robert permaneció inmóvil en su silla. A los hombres se les reconoce por su reacción ante los hechos de capital importancia en sus vidas, y Robert se quedó allí sentado. Trataban de tirar de él, veía bocas que intentaban gritarle palabras, de apuro y prisa seguramente, los montones de papel se desparramaban por el suelo dando un nuevo aspecto a la moqueta, sentía el desconcierto popular y Robert allí seguía inmutable. Su rictus no era capaz de expresar nada que recordase al Robert niño. Simplemente, Robert ya no era Robert. Comprendió que era el día de su final, que algo de terribles consecuencias acababa de suceder y que no había escapatoria. Lentamente, se irguió y tomó la dirección opuesta a la que tomaban todos sus compañeros. Se dirigió al ventanal, quería deleitarse la vista por última vez. Cantidad de sinónimos de la palabra hermoso corretearon por el interior de su cerebro. Tras un hondo suspiro, arrastró una silla y la colocó bajo la ventana. Sujetó con firmeza la manilla y permitió que la brisa le acariciase las mejillas, las cuales enrojecieron. Sin pensarlo, se precipitó al vacío. Conforme caía , aquel misterioso olor reaparecía en sus conductos nasales. Que curioso, era el olor del miedo.


Piero Galasso

sábado, 8 de mayo de 2010

IDENTIDAD por Piero Galasso

Sempre é a mesma esmorga. Cando era un cativo e meus pais coidaron que sería bon para mín ser agasallado cunha formación escolar na cidade da Coruña, eu de seguro que non dixen nada na súa contra,non me opuxen. Mais no momento de pisa-lo aula ateigado de algúns meniños ledos por comeza-la escola e de outros moitos aqueloutrados por deixa-la estabilidade da teta, aquel peque no neno viuse fodido por unha situación abraiante. Todos aqueles nenos eran castelánparlantes e o neno que segue a bulir en mín era, e segue sendo, galegoparlante de pro. No intre no que a timidade natural de cuna esvaeceuse e as verbas galegas sairon entre os meus beizos, aqueles raparigos estranáronse e comenzaron a dicir que a xente que emprega o galego para comunicárense son unhos pailáns. Certo é que no meu miolo non xurdiu ese MANDA CARALLO que agora empregaría coma unha labazada, mais sempre me fodeu e me tocou a gaita o aquel ise. Dende aquela, empreguei o galego na miña zona,cos meus e cos meus semellantes de aldea e pobo e o castelán coa xente da cidade. Poderíamos dicir que o meu órgano intelectual bifurcouse en dúas linguas, mais o galego sempre será a raíña entre toda-las linguas. Tamén é verdade que o feito da maioría absoluta do castelán entre eses nenos permitiume achar unha soltura co castelán dun xeito que me posibilita desenvolverme sen reparo algún. Pola outra banda, está ese runxe runxe que di que houbo moreas de xente que morreron coma cans por mor desta fermosa lingua e outros moitos que a mantiveron de costas á autoridade poñendo na corda frouxa as súas vidas só por manteren os costumes dos seus pais ,avos e bisavós, por manteren o seu propio ADN. A través das cantigas,panxoliñas e retrancas e demais andainas, o galego sobreviviu ata o día de hoxe.Con isto, un pode coñece-la mentalidade dun pobo que sufriu coma tantos outros pobos devanceiros ao noso.O galego, dende o seu lusco, foi unha lingua que sufriu,entrou en oscuridade, amolouse por e con nós e rexurdiu coa forza adoitada e coas Follas Novas dunha muller de raza semellante á propia lingua galega. Dese xeito , un non atura que aínda atope persoas nadas na nosa querida terra que non lle queiran con paixón á lingua que xenera resposta á pregunta sobre a identidade da nosa xente. A lingua, a verba , o corazón e os feitos históricos que trenzan a irmandade galega son os nosos pais, o noso patrimonio. Son as cousas que che din a tí quen és e de quen ves sendo e se ollas ao futuro non saberás unha merda, mais o que sabes de seguro é que és dunha terra que loitou por ti e que te cubre coma a carapola cando tes unha ferida chorando sangue. A miña fermosa e querida terra galega o os seus quedos emigrantes de testa choran bágoas de lembranza por aqueles fillos que os ollan dende a distancia namentres tentan ouvi-la cantiga dos rumorosos da costa verdecente.



Piero Galasso